Sánchez y su estrategia "sin fisuras" frente al 'caso Ábalos': ni un paso atrás
El líder del Gobierno y el PSOE da unas directrices muy claras a los suyos para capear el temporal de la corrupción que se cierne sobre el que fuera su ministro, haciendo uso del dicho: "la mejor defensa es un buen ataque".
Pese a que el tablero judicial lleva de jaque en jaque a Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno lo tiene claro: ni un paso atrás. El líder del PSOE ha tocado a rebato y los suyos tienen instrucciones precisas sobre cómo responder a los escándalos de corrupción que, un día tras otro, le amargan el desayuno.
El caso Koldo se ha envenenado. En cuanto se han hecho públicas ciertas informaciones de la UCO que escandalizan al más curtido en materia de corruptelas y se ha señalado al ex ministro y ex número dos del PSOE, José Luis Ábalos, el pulgar de Sánchez hacia abajo ha marcado el camino. Ábalos ha pasado a ser "ese señor del que usted me habla" (¿no les recuerda al ex tesorero del PP, Luis Bárcenas).
El presidente empleó tres segundos para pedir disculpas desde su escaño en el Congreso de los Diputados por ese hediondo caso de corrupción que empezó con Koldo y parece que se puede llevar por delante a Ábalos y quien sabe si al "uno", que es como parece que aluden a Sánchez en las conversaciones intervenidas por la Policía a la trama corrupta.
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Sánchez se reivindicó ante Podemos como "zurdo mayor", la "izquierda real” y esa fue la señal para que todos a una, como en Fuenteovejuna, ministros, dirigentes y hasta diputados de a pie se pusieran detrás del líder, prestos a despeñar por el barranco de la vergüenza y el rechazo a Ábalos y a salir de inmediato a responder a las críticas del PP con un "Y tú más".
El pasado miércoles, la mayoría de los ministros del Gabinete de Sánchez repetían desde sus respectivos escaños en el Congreso, la letanía ya aprendida: Gürtel, Púnica, Lezo… (y así hasta mencionar todos los casos de corrupción que han salpicado al PP en las últimas décadas). Pero de respuestas a los "marrones" propios y de rabiosa actualidad… poco o nada.
Es el guión escrito por el propio Sánchez y el que tienen que reiterar una y otra vez en su parroquia: el PSOE actúa y aparta las "manzanas podridas" de su cesto, mientras que el PP entorpece investigaciones judiciales, rompe a martillazos ordenadores con datos supuestamente comprometidos y utiliza presuntamente a las Fuerzas de Seguridad del Estado ('Caso Kitchen') para evitar que la corrupción se esclarezca. Ni un paso atrás, ni para tomar impulso. Sánchez ha instado a los suyos a salir al ataque y en eso están. Atacando, para evitar defenderse. Y el dilema del socialista que todavía tiene la osadía de cuestionarse las órdenes del jefe, está claro: con Sánchez o contra él, pero con todas sus consecuencias y sin miramientos.
Page, castigo por díscolo
Aunque poco o nada tiene que ver con el 'Caso Ábalos', que le pregunten al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, por el "fuego amigo" pese a la cantidad de charcos en los que anda chapoteando el presidente del Gobierno, con un Fiscal General del Estado al que tendrá que investigar el Tribunal Supremo y un Ábalos, ausente en el Congreso, pero muy presente en las conciencias socialistas.
Hay tiempo para todo, también para castigar a los díscolos. Así, el entorno del presidente (en este caso, en Castilla-La Mancha se escuchan maldiciones sobre la estampa del ministro Óscar Puente) atizan a la mínima donde más le duele al presidente castellano manchego. Page se tuvo que enterar "por la prensa" y enviar a enterarse a su consejera de que le montan un centro de acogida de inmigrantes irregulares en el aeropuerto de Ciudad Real, que está en desuso, es cierto…tan cierto como que España tiene un buen ramillete de aeropuertos fantasma donde elegir, entre los que se cuentan el de Castellón, que construyó en su día el también salpicado por la corrupción, el popular presidente de la Diputación, Carlos Fabra. Junto a Castellón los aeropuertos de Burgos, Córdoba, Huesca, Logroño y un largo etcétera podrían haber sido contemplados por el Gobierno.
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Pero lo más sangrante en esta particular vendetta contra Page es que hasta las autoridades del PP, que gobierna en la Diputación Provincial, tenían noticia de que al aeropuerto de Ciudad Real iba a dirigirse una buena cantidad de gente. Y es que el Ejecutivo había solicitado formalmente, desde hacía semanas, que se ocupasen de instalar y gestionar los contenedores de residuos sólidos… ¡para un regimiento!
Pero, mala suerte, se les pasó avisar al presidente de la Comunidad. Vamos, que con la misma alegría que sacan en hombros al Fiscal General del Estado en el entorno de Sánchez sacan en volandas al socialista Emiliano García-Page, pero para lanzarlo al pilón. Al Fiscal General, Álvaro García Ortiz, le consideran "uno de los nuestros", mientras que a Page lo han colocado en el estante de los "traidores", por su falta de adhesión al 'sanchismo' imperante. Así están las cosas en el PSOE. Y así, confiados en el "ya escampará", afrontan el chaparrón diario en Ferraz.