Miles de personas se tiran a la calle para pedir elecciones: "Sánchez, estás acabado"
400.000 asistentes a la manifestación organizada por la Plataforma por la España Constitucional y apoyada por PP, Vox y Se Acabó la Fiesta. La indignación contra el Gobierno es estruendosa
Un cartel de protesta durante la concentración de este 20 de octubre
Madrid ha vivido este domingo una manifestación multitudinaria en la que miles de ciudadanos (400.000 según la organización) exigieron elecciones inmediatas y la salida del presidente Sánchez. La protesta, organizada por la Plataforma por la España Constitucional y apoyada por PP, Vox, Se Acabó la Fiesta y decenas de agrupaciones sociales, denunció la falta de legitimidad del Gobierno y sus concesiones a los independentistas. La consigna era clara: "Sánchez, estás acabado".
Los manifestantes, que abarrotaron la Plaza de Castilla de la capital pese a que no se ha cortado el Paseo de La Castellana y a que un túnel divide la plaza, clamaron contra la corrupción gubernamental y la manipulación de la Justicia y las instituciones. “Sánchez, no puedes ni salir a la calle”, le espetaron al presidente, en un ambiente marcado por la indignación y el rechazo hacia sus políticas.
Dirigentes del Partido Popular y de Vox, además de Alvise Pérez, apoyaron la marcha, en la que se acusaba al Ejecutivo de "gobierno de mafia" por sus pactos con fuerzas separatistas. Santiago Abascal señaló que el país se encuentra "en manos de delincuentes" y pidió un cambio radical en la dirección del Estado.
El descontento se extendió también hacia la gestión económica, acusando al Gobierno de ahogar a las familias con impuestos y malgastar el presupuesto en mantener su poder a toda costa forrándoles el riñón a los independentistas que quieren romper el Estado. “Estamos aquí porque nos están robando la democracia”, gritaron los asistentes.
Desconfianza y hartazgo
La protesta en Madrid es la última expresión del creciente malestar ciudadano en toda España. Las críticas al Gobierno no cesan y cada vez son más fuertes, poniendo de manifiesto un clima de desconfianza y un hartazgo generalizado que podría derivar en lo que pedía la manifestación: la convocatoria de elecciones.
El mensaje de la protesta fue claro: Sánchez no tiene la legitimidad necesaria para seguir gobernando. La calle lo ha señalado con contundencia, y el clamor por unas nuevas elecciones resuena más fuerte que nunca.