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El plantón

Pedro Sánchez se negó a ir a ver a Rajoy diez meses en 2016 y ahora lanza a su equipo contra Ayuso

La hemeroteca vuelve a ser la peor enemiga del presidente: cuando gobernaba el PP entonces no ponía la "institucionalidad" por encima y rechazaba todo diálogo con Rajoy por pura estrategia

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro SánchezDIRK WAEM

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No hay nada que Pedro Sánchez no haya hecho antes o de la que se haya contradicho. Ahora, con el rechazo de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a reunirse con el presidente en Moncloa tras los últimos días de insultos a la madrileña. El PSOE y el equipo de opinión sanchista ha salido en tromba a acusar a Ayuso de “no ser institucional”, e incluso alguno como Yolanda Díaz de ser “inconstitucional”. Pero eso ya lo hizo Pedro Sánchez antes con Mariano Rajoy, y sin motivo y por mucho más tiempo.

Corría el año 2016 cuando Pedro Sánchez se negó por activa y por pasiva no sólo a acudir a una cita con Rajoy, sino directamente a mantener cualquier tipo de diálogo. El entonces líder de la oposición cerró cualquier vía de contacto directo con el presidente del Gobierno en asuntos como ronda de contactos para una investidura, descargando esta responsabilidad sobre un equipo negociador, y prolongó esta situación nada menos que diez meses hasta su expulsión como secretario general del PSOE.

El propio Rajoy relataba en 2016 que intentó hablar por teléfono con Pedro Sánchez, pero éste se negaba. Es más, entonces el líder del PP no había descalificado al socialista como él sí ha hecho con Ayuso al llamarla “mujer de un delincuente”. Sánchez hasta canceló una reunión con Rajoy el 18 de enero de ese año sin más explicación, sólo su interés personal. Entonces no había ninguna excusa o animadversión para no hablar, pero Sánchez cortó la comunicación por pura estrategia.

Ahora, desde Moncloa y desde el equipo de opinión sanchista ponen el grito en el cielo por el ‘no’ de Ayuso a acudir a Moncloa dentro de la ronda de contactos de Pedro Sánchez con los presidentes autonómicos, sin pararse a pensar que llamar “delincuente” a tu invitada no es la mejor tarjeta de invitación, y como si fuera una gran afrenta ya que nadie puede negarse a acudir a la llamada del socialista. Pero él sí lo negaba a lo demás. Por enésima vez, Sánchez sólo recoge lo que ha sembrado y ha hecho en el pasado.

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