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Lío con Irene Montero: le ordenan quitarse la bufanda palestina y responde atacando a Israel

La presidenta de la Eurocámara ha pedido a la eurodiputada de Podemos quitarse la prensa para realizar su intervención. La exministra de Igualdad lo ha hecho de mala gana y ha demostrado su enfado nada más comenzar a hablar.

Irene Montero durante una sesión plenaria en el Parlamento Europeo.DPA vía Europa Press

Publicado por
Raúl Puente

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Irene Montero ha vuelto a ser protagonista en el Parlamento europeo por otra polémica. La eurodiputada de Podemos ha acudido, como suele hacer normalmente, con la kufiya, el típico pañuelo o bufanda palestina que se ha convertido en un símbolo de apoyo a la causa palestina. Cuando ha llegado su turno de palabra, la exministra de Igualdad se acercaba al estrado con la prenda puesta pero la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, le ha ordenado que se la quitar.

"La señora Montero tiene la palabra pero, primero, que se quite la bufanda", ha expresado la presidenta, provocando el enfado de una Montero que se la quitaba de mala gana .La representante morada se ha rebotado y ha respondido atacando a Israel. Algo que, por otro lado, ya tenía pensado hacer durante su discurso: "Señora presidenta, las normas internacionales también impiden los genocidios y aquí está Europa apoyando uno. Esa norma no la cumplen". La de Podemos ha continuado su discurso criticando a la Unión Europea y acusándola de "ayudar a Israel a asesinar 43.000 personas" al venderle armas.

Hay que remarcar que las normas del Parlamento Europeo no prohíben explícitamente que los eurodiputados usen símbolos culturales, políticos o religiosos, como el keffiyeh o kufiya palestino. Sin embargo, sí establece ciertas pautas relacionadas con el comportamiento, el decoro y el respeto a las reglas institucionales. No suele considerarse una violación directa de estas normas a menos que se interprete como un acto que incite al odio o altere el orden. Así lo ha debido considerar la presidenta de la Eurocámara, que por ello le ha exigido que se la quite.

Y es que llevar este símbolo en un momento como el actual tiene marcado significado político, con connotaciones especialmente vinculadas con la identidad y la resistencia palestina.