El Gobierno culpa por escrito a los Mossos de la fuga de Puigdemont y certifica una dejadez de control de las fronteras

El que el -todavía- fugado de la justicia española Carles Puigdemont, el líder de Junts, hubiera conseguido entrar en territorio español y hasta dar un mitin en pleno centro de Barcelona a las nueve de la mañana el pasado 8 de agosto de este año y, posteriormente, tras haber realizado una caminata rodeado de medios gráficos hacia el Passeig Lluís Companys, se hubiera esfumado como por arte de magia, sigue levantando asperezas y reclamando explicaciones por parte de los Mossos d'Esquadra, la Generalitat de Cataluña y, desde luego, el Gobierno de España.

“No se ha detenido a Puigdemont en el marco de su mitin porque desde un punto de vista policial, ante tanta masificación de personas, sería contraproducente”, justificó ese día de agosto a ESdiario una fuente muy solvente de los Mossos. Tras el mitin y ya con Puigdemont en paradero desconocido se activó la ‘Operación Jaula’, “controles en todas las carreteras” -explicaron a este periódico fuentes de la policía catalana-, que no dio resultado. El líder de Junts consiguió escapar y volver a Waterloo como si de un 'ilusionista' se tratara. Se esfumó (o lo dejaron esfumarse).

Ahora, meses después, el Gobierno de España -y hasta por escrito- vuelve a pronunciarse sobre lo ocurrido ante una pregunta formulada por el Grupo Parlamentario Popular, concretamente por la diputada del PP Ana Vázquez, y su respuesta no está exenta de una flagrante contradicción. La respuesta llegó a las dependencias del PP en el Congreso el pasado 16 de octubre, tal y como consta a ESdiario.

El Gobierno de Sánchez echa la culpa a los Mossos

"En relación con la pregunta de referencia, cabe señalar que, dentro del marco constitucional, las competencias en materia de seguridad pública en la Comunidad Autónoma de Cataluña han sido objeto de traspaso a la Generalitat de Catalunya, según recoge el artículo 164.5 del vigente Estatuto de Autonomía, que las ejerce mediante el Cuerpo de los Mossos d'Esquadra. Por dicho motivo, la ejecución de la orden de detención de la persona de referencia y los operativos que conllevara la misma, mientras se encontrara en territorio de Cataluña, le correspondía a dicho Cuerpo policial", se lee en la respuesta dada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. 

Además, asegura el Gobierno que "dado que los Mossos d'Esquadra no activaron los protocolos de colaboración y apoyo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) en dichos operativos, no hubo participación de efectivos de estos", reconociendo que ni la Policía Nacional ni la Guardia Civil fueron activadas para detener al fugado Carles Puigdemont.

La contradicción del Gobierno

Sin embargo, la respuesta del Ejecutivo de Pedro Sánchez al PP no queda ahí y acto seguido pasan a explicitar, quizás inconscientemente, una contradicción.

Así, pese a que por escrito reconocen que "el Gobierno de España tiene competencias en materia de control de fronteras, que en el caso de la Comunidad Autónoma de Cataluña son frontera interior del espacio Schengen" y que, añaden desde el Ejecutivo, "las fronteras interiores del espacio Schengen han de poder cruzarse en cualquier lugar sin que se realice inspección fronteriza alguna de personas, cualquiera que sea su nacionalidad (art. 22 del Reglamento (UE) 2016/399 del Parlamento Europeo y del Consejo", también aseguran que pueden realizar controles en dichas fronteras y, por ende, activar dispositivos especiales si el momento así lo requiere. Un legal extremo que perfectamente podrían haber hecho tras haberse conocido que Carles Puigdemont entró en "paradero desconocido" -como aseguraron a este periódico ese día fuentes de Mossos- tras el mitin dado en pleno centro de Barcelona.

Y es que el propio Gobierno de Pedro Sánchez asegura en su escrito que "ajustados a este marco normativo, pueden existir dispositivos de control aleatorios que se establecen en aquellos lugares o vías de comunicaciones que permitan garantizar la seguridad de los agentes que ejecutan el control, al tiempo que no supongan un obstáculo a la libre circulación. En este sentido se realizan inspecciones, en cooperación con las autoridades francesas, en los peajes de autopista, que permiten la parada del vehículo", reconocen desde el Ejecutivo.

Es evidente que, teniendo tal posibilidad, no la han ejecutado, al menos, lo suficiente. De ahí que Carles Puigdemont hubiera conseguido fugarse, de nuevo.

Más aún, también existe la posibilidad de que, temporalmente y ante una causa mayor que así lo justifique, se suspenda el espacio Schengen en un Estado miembro de la Unión Europea, como ya ha realizado Alemania para contener la "inmigración ilegal", como justificó su Gobierno, poniendo controles más estrictos en sus fronteras.