Alvise y su "querida" Irene Montero, a la gresca: llevan a la Eurocámara sus problemas personales

El suspiro de Irene Montero al saber que el eurodiputado que utilizaba la "tarjeta azul" del Parlamento europeo -mecanismo que permite a los eurodiputados hacer preguntas durante un debate a otro miembro que esté interviniendo- era Alvise Pérez lo dice todo. La de Podemos no podía evitar ese pequeño pero definitorio gesto -acompañado de un "uy"- al ver que el líder de 'Se Acabó la Fiesta' se levantaba de su asiento para tomar la palabra y realizar su pregunta.

"Querida Irene, gracias por tu intervención..." eran las primeras palabras de Alvise. Inicio que Irene Montero ha tenido muy en cuenta a la hora de su respuesta. El eurodiputado ha realizado su pregunta cuestionando que la mejor manera para fortalecer el sistema de pensiones sea centrándose en políticas para facilitar el aborto y no para promover la maternidad. No sin perder la oportunidad para recordarle su estrepitosa ley del solo sí es sí que ha rebajado penas o puesto en la calle a agresores sexuales.

Montero ha respondido como era de esperar, también pasando al ataque: "Diputado, soy diputada, no querida. Quítese un poquito el machismo de la cara". Después de este arranque, ha pasado a responder la pregunta, remarcando -seguramente de manera intencionada- el lenguaje inclusivo a la hora de hablar: "Si queremos que las mujeres en Europa tengan hijos, hijas o hijes tenemos que garantizar el derecho a la vivienda, salarios dignos, servicios públicos y necesitamos echar a los racistas como ustedes".

Un discurso que ha rematado, como no podía ser de otra forma, con una de las expresiones preferidas de la izquierda: "Necesitamos avanzar en derechos sociales, feministas y en políticas antirracistas. Justo lo contrario de lo que representan ustedes, los fascistas". Así ha sido el encontronazo entre los dos políticos españoles que han llevado a la Eurocámara su inquina personal. Todo ello en el mismo día en el que su inseparable Ione Belarra ha protagonizado otra polémica, en este caso con la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez.