Los socios del Gobierno auguran "Sánchez para rato"

Cualquiera que a estas alturas se cuestione hasta dónde puede prolongarse la presente legislatura llega, en primera instancia, a la conclusión obvia de que todo dependerá de la decisión de Pedro Sánchez entre alargar esta turbulenta legislatura o disolver las Cortes y repartir cartas de nuevo, o lo que es lo mismo, adelantar las elecciones. 

Sin embargo, a estas alturas (quizás en menos de un mes la cosa cambie) Sánchez no tiene decidido su siguiente paso en esta cruzada contra la derecha, la “fachosfera” y el “eje del mal” que amenaza la permanencia del PSOE en el Ejecutivo. Queda claro que su intención es permanecer -con o sin Presupuestos Generales del Estado aprobados- y que en el Ministerio de Hacienda tienen preparada la enésima versión del Proyecto de Ley para que se pueda depositar en el Congreso de los Diputados de inmediato, siempre que cuente con el apoyo de sus socios principales.

Tan cierto es como que, de momento, el acuerdo ni está ni se le espera. En realidad, el quid de la cuestión reside en la voluntad de sus socios de investidura de mantenerle el apoyo. Sí, aquellos que depositaron su confianza o, mejor dicho, sus votos para convertirlo en presidente del Gobierno. Y, haciendo un repaso por el arco parlamentario, ese apoyo (a pesar de las presiones, las exigencias y los desplantes de algunos de ellos) sigue vigente mal que le pese a Alberto Núñez Feijóo.

Si bien en el gabinete de Sánchez aseguran que ven muy difícil cerrar un acuerdo presupuestario (pese a que lo necesitan más que nunca para tratar de certificar que, pese a las turbias noticias sobre corrupción que salpican a su entorno, sus apoyos siguen firmes y, por ende, su posición al frente del Ejecutivo, también) sus socios trasladan abiertamente su buena disposición para sentarse a negociar con el Gobierno.

Están predispuestos en Junts, en ERC, en el PNV, en Bildu y hasta en Coalición Canaria. Y aunque eso no signifique que los Presupuestos puedan salir adelante, sí dejan entrever la intención de todos de mantener viva la legislatura y no embarcarse en elecciones, por la cuenta que les trae. 

Los escándalos del entorno de Sánchez no les escandalizan o bien, según comentan en privado, creen que están acotados en la figura del ex ministro José Luis Ábalos y que, siendo un escándalo -algunos de los consultados incluso aseguran que fueron informados por el PSOE en su momento de que la caída de Ábalos se debía a “un tema muy gordo y escabroso que seguramente le estallará en el futuro”- y que, en todo caso, no lo consideran suficiente motivo como para mandar al garete la legislatura.

De este modo, Sánchez mantiene por el momento su puesto asegurado y, acostumbrado como está a las turbulencias cuando no exigencias e incluso amenazas de sus socios de legislatura, no tiene previsto adelantar las elecciones salvo hecatombe.