“Íñigo Errejón es el Ábalos de Sumar”: pánico en la formación de Yolanda Díaz porque pueden caer más cabezas

“¿Quién lo sabía?”, es la pregunta que recorre por Sumar, por Más Madrid, y por todo el espectro de la izquierda política y mediática tras conocerse los casos de acoso sexual de Íñigo Errejón que según el diario Público alcanzaría ya más de la decena de mujeres. A todos les entra un escalofrío ante la famosa pregunta pues detrás del ex portavoz de Sumar podrían caer más cabezas, ya que ante un caso tan escandaloso no sólo vale la dimisión del principal implicado, muchos hablan ya de depurar a los que lo sabían, callaron y encubrieron.

“La mitad lo sabía y la otra mitad lo encubría” es otra de las sentencias que ha provocado el pánico en la formación de Yolanda Díaz, ya que ahora muchos empiezan a romper el silencio y a señalar que había casos de acoso de Íñigo Errejón que se rumoreaban desde hace años e incluso que ya circulaban los mensajes y pantallazos que ratificarían esos casos. Si ya existían hasta prueba fehaciente ¿Por qué se tapó?

La primera en ser señalada es la ex jefa de gabinete de Íñigo Errejón, Loreto Arenillas, actualmente diputada de Más Madrid en la Asamblea, que habría mediado con una chica que sufrió una presunta agresión sexual del portavoz de Sumar. La chica aseguraba en sus redes sociales que Errejón le "metió mano en un bar" y se tapó el asunto. Este encubrimiento, por cierto, era conocido, y se hizo la vista gorda, hasta ahora que, con la caída del que fuera fundador de Podemos, muchos exigen responsabilidades a su entorno, incluyendo la dimisión de Loreto Arenillas.

Pero el problema es que la cosa no se quede en Íñigo Errejón o en Loreto Arenillas. Algunos apuntan más arriba, como a la portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre, que conoce muy bien a Errejón y fue su novia en la juventud, y de la que muchos señalan que guarda secretos del ya ex portavoz de Sumar de sus primeras andanzas acosando mujeres cuando acudían a congresos y citas en su etapa universitaria.

Por apuntar, el escándalo podría llegar al propio Gobierno, con la ministra de Sanidad, Mónica García, que fue un fichaje de Íñigo Errejón y su mano derecha en su etapa en la Asamblea de Madrid, y Yolanda Díaz. Ambas podrían saber las acusaciones que pesaban sobre Errejón y callaron sin actuar esperando que el tema no saliera… hasta que ha estallado y no han tenido más remedio que forzarle a dimitir. El propio mensaje de la líder de Sumar indicando que estaban investigando el tema da a entender que lo conocían de tiempo, pero lo retenían hasta que han salido a la luz los mensajes de mujeres. Si el PSOE tenía su caso con Ábalos, Errejón le regala su propio caso a Sumar.