Las de Puente del día: descarrila un tren en el País Vasco y caos en Extremadura
Estos incidentes, los enésimos, se suman a la inacabable serie de incidentes recientes en la red ferroviaria por toda la geografía española que han puesto en cuestión la gestión del ministro de Transportes
Apeadero de Martutene, en San Sebastián
No hay día sin 'la' de Óscar Puente. O "las". Un tren de Cercanías ha descarrilado este viernes en la línea que conecta el barrio donostiarra de Martutene y Hernani, en el País Vasco. Afortunadamente, no se han registrado heridos entre los pasajeros, aunque el suceso ha provocado la interrupción temporal del servicio ferroviario. Las causas del accidente están siendo investigadas.
Además, una posible avería en el tendido eléctrico según relatan algunos afectados ha imposibilitado que los viajeros del tren que con destino Mérida llegaban desde Cáceres hayan tenido que bajarse del ferrocarril para caminar sobre las vías los últimos centenares de metros hasta llegar a la capital extremeña en unas imágenes dignas del tercer mundo.
Este incidente se suma a la inacabable serie de problemas recientes en la red ferroviaria española, que han puesto en cuestión la gestión del ministro de Transportes, Óscar Puente. En las últimas semanas, se han repetido accidentes similares, señalando el mal estado de las infraestructuras ferroviarias.
La falta de mantenimiento adecuado en vías y trenes ha sido una constante crítica hacia el Ministerio de Transportes, que parece incapaz de prevenir estos percances, así como de modernizar la obsoleta red ferroviaria de nuestro país. Los usuarios denuncian retrasos, averías y un servicio ineficiente a diario, que además se ven coronados por la inacabable sucesión de accidentes por toda la geografía española.
Puente, un lastre para el Gobierno
Bajo la dirección de Puente, los problemas no solo no han disminuido, sino que parecen haberse intensificado. Los sindicatos del sector ferroviario han advertido repetidamente sobre la necesidad de una inversión urgente en infraestructuras, algo que el ministro parece haber desestimado hasta el momento pese a sus desesperados intentos por públicamente asegurar que todo se va a solucionar en breve.
La gestión de Puente se está convirtiendo en un lastre para el Gobierno, que como si no tuvieras suficientes problemas por los casos de corrupción y el escándalo Errejón, tiene una vía de agua considerable con las críticas sobre la falta de seguridad en el transporte público. Cada nuevo incidente refuerza la percepción en la ciudadanía de una gestión ineficaz, que pone en riesgo la confianza de los usuarios en el sistema ferroviario nacional.