Sánchez a Ábalos tras sus escándalos: “Mi solidaridad ante los infundios”
Un wasap del presidente al exministro en pleno chapapote de pesquisas y acusaciones mediáticas clona el “Luis, sé fuerte” de Rajoy a Bárcenas
Noviembre de 2021. Sánchez se ha distanciado de los escándalos que ya sufre Ábalos. El Delcygate, noticias de corrupción -incluido saqueo de fondos del PSOE-, Hacienda inspecciona sus pagos por el chalé que le alquila la trama Aldama y un capitán de la UCO ya investiga a Koldo.
Y ese mes rompe Sánchez su silencio tras destituirlo en julio para apoyarlo con un wasap que destapa este diario. Un remedo del mensaje de Rajoy a Bárcenas. Un José Luis, sé fuerte. Merece repasar silencios clave del presidente.
Primer silencio
Destituye en julio de 2021 a Ábalos sin explicación ni nuevo destino. Ábalos le avisa que un cese tan abrupto se leerá como castigo a corruptelas. Y, en efecto, la prensa rocía presuntos escándalos de Ábalos.
Sánchez públicamente calla. Supone admitir el saqueo de fondos del partido o daños a bienes estatales. Ábalos es triturado. Pero, sotto voce, el PSOE exculpa al exministro en sede judicial.
Segundo silencio
El caso Delcy abrasa a Ábalos. El Supremo le exonera porque violar una norma europea no es cosa de un ministro. Es tarea del gobierno. “El control de su vigencia y su fiscalización incumbe al propio Consejo". Sánchez calla. Admite cuatro años después que sí aceptó su entrada tras filtrarse su OK a Ábalos.
Tercer silencio
Hacienda destapa en julio de 2021 que Ábalos tiene nexo comercial con una trama de carburantes. La lidera Aldama. Años después afloran sus mediaciones con el Gobierno para lograr contratos (mascarillas), rescates (Air Europa) o licencias (operador de hidrocarburos).
Hacienda archiva la inspección sobre lo que Ábalos acredita como mero alquiler. Pero choca que Hacienda, pese a tal bendición, no elevase su conexión con una trama corrupta. ¿Montero, que siempre sabe lo que va a publicar la prensa del novio de Ayuso, no informa a Sánchez?
Cuarto silencio
En abril de 2021 un capitán de la UCO ya recaba información sobre “Koldo, el del PSOE”. En paralelo, una trama de hidrocarburos que investiga la UCO, coincidente con la desarticulada ahora y vinculada a Aldama, recibe soplos que frustran registros. “Les estábamos esperando”.
El jefe de la UCO es ascendido. Nadie explica por qué se entierra la vía Koldo ni por qué es avisada una red vinculada al conseguidor a sueldo de quien contrata por 40.000 euros al IE Africa de Begoña Gómez.
Marlaska, que fulmina a Pérez de los Cobos tras no elevar un sumario que afectaba a Sánchez (8M), ¿ni sabe ni alerta que un capitán investiga al asesor de Ábalos?
Sánchez guarda silencio con Ábalos desde su cese. Pero en noviembre de 2021 reanuda su contacto. Le envía por teléfono un remedo del Luis, sé fuerte de Rajoy a Bárcenas mientras le negaba todo amparo público.
Sánchez es elocuente. “Buenos días, José Luis. Hace tiempo que no hablamos. Te escribo para trasladarte mi solidaridad ante los infundios que, por desgracia, estamos viendo en los medios. Un abrazo. Pedro”. Forma parte los mensajes a disposición de la UCO.
Rompe el mito que filtra Moncloa: que Sánchez lo destituye porque ya sospecha su corrupción. Busca disipar toda tolerancia presidencial. Pero aquí respalda la probidad del destituido.
Pero abre laguna mayor. Si cree que su exministro está siendo vilipendiado ¿por qué no le respalda públicamente y refuta las acusaciones que sufre y afectan a su partido? Que Ábalos utilizó irregularmente fondos del PSOE para gastos. Que destrozó la habitación de un parador.
Sánchez no abre boca. Sin embargo, el exgerente del partido, Mariano Moreno, y Santos Cerdán, heredero de Ábalos, niegan en sede judicial tal desfalco. Por añadidura, Interior prueba que no pisó el parador señalado.
La enésima vuelta de tuerca del dúo Sánchez/Àbalos llega en 2023. El PP ya ha denunciado el contrato de Soluciones de Gestión otorgado por Ábalos. ¿Y qué hace Sánchez? Lo ficha como candidato al Congreso. Y resulta elegido.
Pero la teleserie va a más. En septiembre de 2023 se produce una charla de reconciliación entre Sánchez y Ábalos, según registran miembros de la trama.
“Te he echado mucho de menos en estos años”, le confiesa el presidente en funciones mientras se dirime la fallida investidura de Feijóo. No parece reproche a un corrupto.
Y dirigentes socialistas llegan a plantear recuperarlo para ministro si sale ganadora la baza socialista. Y sólo entonces, dos años después, Sánchez le explica su draconiano cese de 2021. “Koldo te hizo mucho daño”. En pasado.
Sánchez no sólo calló a Ábalos sus sospechas. Las ocultó al país entero. ¿Cómo supo en 2021 que Koldo le había perjudicado si no constaba investigación? ¿O sí existió y fue abortada?
Pero aún en 2023 Sánchez sigue creyéndolo inocente: lo ve víctima de Koldo. No cómplice. Ni amo del clan. Y Koldo ya está querellado.
Un año después, al crepitar Begoña Gómez, Puente inventa una auditoría para enterrar a Ábalos. Fuerza su imputación. Vuelta al desamor.