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Investigación y dimisión de Errejón

Yolanda Díaz actuó de espaldas a Sumar en el ‘caso Íñigo Errejón’: tomó decisiones personales y en la sombra

Yolanda Díaz, pese a que dimitió como líder de Sumar, fue la que contactó con Íñigo Errejón para exigirle su dimisión -o, si no, "cese", le espetó- y, más aún, le ocultó al secretario general de Sumar, Txema Guijarro, la investigación que se estaba produciendo sobre el ex portavoz del partido en el Congreso. 

Yolanda Díaz junto a Íñigo Errejón

Yolanda Díaz junto a Íñigo ErrejónEuropaPress

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"La ciudadanía no se equivoca cuando vota, es siempre nuestra responsabilidad, sin duda, mi responsabilidad. Voy a hacerme cargo: he decidido dejar mi cargo como coordinadora de Sumar", enarboló Yolanda Díaz el pasado 10 de junio ante los malos resultados que cosechó Sumar en las elecciones europeas del 9J (consiguiendo, tan solo, 3 escaños). 

Pero fue una dimisión escaparate. Una dimisión, en otras palabras, hipócrita. Quien realmente manda en Sumar, y tiene la primera y última palabra, es Yolanda Díaz; y, por extensión, quien, en cualquier caso, debe asumir la máxima responsabilidad de lo que ocurre en la coalición de partidos de izquierda es, precisamente, la vicepresidenta segunda del Gobierno. 

Yolanda Díaz urdió el 'despido' de Errejón a espaldas del secretario general de Sumar

Y si esto ya se intuía, el 'caso Íñigo Errejón' lo ha certificado. Yolanda Díaz fue la encargada de 'despedir' a Íñigo Errejón en una tensa llamada telefónica: "Tienes que dimitir", le espetó en su trayecto desde la cumbre de Faro en Portugal hasta Bogotá la no líder de Sumar que, de facto, lidera el partido. La decisión ya estaba tomada. Más bien, la ya había tomado personalísimamente la vicepresidenta segunda del Gobierno.

No solo eso. Yolanda Díaz no hizo de portavoz de una decisión tomada por el secretario general del grupo parlamentario de Sumar y coordinador colegiado del partido, Txema Guijarro, el cargo que debería tener la primera palabra -o, al menos, la última- de algo que afecta, además, a quien era un diputado de Sumar en el Congreso. Pero no fue así. 

La que dimitió de líder de Sumar en el pasado mes de junio pero mantuvo su cargo de vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, fue, en realidad, la que organizó a espaldas de Guijarro una investigación interna sobre Errejón que radicó en su exigencia de dimisión. "El secretario general no sabía de la investigación interna contra Errejón, se enteró por los medios de comunicación", asegura una muy solvente fuente de Sumar a este periódico.

No sabía, tan siquiera, que Yolanda Díaz le había exigido la dimisión a Íñigo Errejón. "Guijarro se enteró minutos antes de que Errejón publicase el tweet de dimisión", cuenta a ESdiario la misma solvente fuente de Sumar consultada. 

Es más, certifican desde Sumar a este periódico que "Íñigo Errejón se mostró el jueves del todo normal pese a que sabía todo lo que se le venía encima". En este sentido, el que en ese momento era su secretario general, Txema Guijarro, "no percibió nada raro en Errejón" en el día en el que el acusado por haber acometido varios actos de violencia machista presentó su dimisión al filo del mediodía. "La mañana transcurrió con normalidad", aseguran desde el grupo parlamentario Sumar a este periódico, "nos sorprende mucho su actitud" inciden al analizarse lo ocurrido desde la perspectiva que aporta el paso de los días.

El PSOE asume que el 'caso Errejón' les perjudica electoralmente

Tal y como venimos avanzando en ESdiario, en el PSOE y, por extensión, en el Gobierno de España, por mucho que públicamente traten de mostrar una impostada tranquilidad en términos políticos, lo cierto es que el 'caso Íñigo Errejón' ha provocado todo un movimiento sísmico en La Moncloa. La lacra de la violencia machista, consideran, cala mucho más en sus votantes -y en el conjunto de los españoles- que, incluso, la investigada corrupción que cerca a las altas instancias del Partido Socialista y del Ejecutivo.

En otras palabras, que, en términos políticos, perciben que el escándalo desatado en torno al que era portavoz de Sumar en el Congreso hasta el pasado jueves, con ya dos denuncias interpuestas ante la Policía por agresión sexual -la de Elisa Mouliaá y Aída Nízar-, está consiguiendo "desgastar a la izquierda" en mayor medida que el 'caso Koldo' o el 'caso Begoña Gómez'.

Teniendo en cuenta que "a la izquierda le cuesta esto mucho más que a la derecha porque nuestro electorado es más crítico", asegura una fuente del PSOE muy destacada, el mayor riesgo es que en próximas elecciones "lo peor es que nuestros votantes se queden en casa y no vayan a votar", reconoce a ESdiario.

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