Irene Montero compara a Errejón con el asesinato de las niñas de Alcàsser

La eurodiputada de Podemos, Irene Montero, se lo está pasando pipa viendo como sus archienemigos de Sumar, empezando por Yolanda Díaz, se están achicharrando con el escándalo de Íñigo Errejón y el presunto acoso sexual a mujeres. La ex ministra de Igualdad ha sacado su moralina de que ella es la más feministas de todas a pasear, con constantes mensajes en redes sociales sobre agresiones sexual, pero se ha pasado de frenada para variar y ha llegado a comprar el tema con el asesinato de las niñas de Alcàsser.

Sí, como lo leen, en una pirueta demagógica Irene Montero logra conectar el asunto de Íñigo Errejón, las denuncias de agresiones sexuales y el caso del asesinato de las niñas de Alcàsser que conmocionó a toda España. En concreto, la dirigente de Podemos comentaba que “corremos el riesgo de que a un caso de violencia machista se responda con un relato de terror sexual. Nerea -autora del libro Microfisica sexista del poder- explica cómo ocurrió ante los asesinatos de Alcàsser”.

Ahí no queda la frívola comparación de Irene Montero de las denuncias de acoso a Íñigo Errejón con el asesinato de las niñas de Alcàsser, que señala además que “no lo permitamos otra vez. El Estado tiene obligación de garantizar los derechos de las víctimas denuncien o no”, un dardo contra Yolanda Díaz que en su comparecencia pidió que las víctimas de agresiones denuncien para que el Estado pueda actuar.

Pero esta relación que roza el paroxismo de encadenar el escándalo de Íñigo Errejón con el asesinato de las niñas de Alcàsser ha causado indignación por banalizar con temas tan graves. “La zumbada ha metido en la ecuación los asesinatos de Alcàsser para abordar el asunto Errejón”, “¿De verdad aporta algo al debate actual aludir al crimen de Alcàsser?” o “¿Está comparando a Errejón con Antonio Anglés?”, son comentarios de sorpresa ante la barbaridad de la eurodiputada de Podemos. Pero ella con su tema, a ver quién la suelta más gorda escondiéndose detrás de la bandera de un feminismo que más bien es misandria.