Cerrar

Estudio científico

El cambio climático, detrás de la tragedia de la DANA: un estudio desvela unas conclusiones muy alarmantes

Los científicos inciden en que la explicación más probable es el cambio climático, ya que una atmósfera más cálida puede retener más humedad, lo que provoca aguaceros más fuertes. 

Los efectos de la DANA en la carretera A-334EUROPA PRESS

Publicado por
Sergio Gimeno
Madrid

Creado:

Actualizado:

Las lluvias de la DANA, que ya ha dejado más de 150 víctimas mortales, fue un 12% más fuerte y dos veces más probable que en un clima 1,3ºC más fresco. De hecho, las observaciones meteorológicas históricas indican que las ráfagas de lluvia de un día en esta región están aumentando a medida que las emisiones de combustibles fósiles calientan el clima.

Esta es la conclusión alcanzada por los científicos de World Weather Attribution (WWA, por sus siglas en inglés) en un análisis preliminar. A diferencia de los estudios de atribución completos que la organización suele realizar, en esta ocasión los expertos no han empleado modelos climáticos para simular cómo se hubiera desarrollado este evento en un escenario sin el calentamiento inducido por el ser humano.

Aún así, los científicos inciden en que la explicación más probable es el cambio climático, ya que una atmósfera más cálida puede retener más humedad, lo que provoca aguaceros más fuertes. En este sentido, dicen que la relación Clausius-Clapeyron indica que con un calentamiento global de 1,3°C la atmósfera puede contener alrededor de un 9% más de humedad.

Asimismo, apuntan a un análisis separado llevado a cabo por la organización Climate Central, que defiende que las temperaturas cálidas del Océano Atlántico que agregaron humedad a la tormenta fueron entre 50 y 300 veces más probables por el cambio climático.

En general, los expertos señalan que el aumento de las precipitaciones es coherente con los hallazgos de estudios previos de atribución sobre lluvias intensas en Europa, como los realizados tras las tormentas Daniel y Boris. Además, advierten que es probable que eventos similares de lluvias extremas se vuelvan más intensos y frecuentes a medida que el clima global siga calentándose. 

Esta tendencia, explican, está alineada con las proyecciones del cambio climático, que indican una mayor capacidad de la atmósfera para retener y liberar grandes cantidades de agua, intensificando así los episodios de precipitaciones extremas.