La amarga fiesta brasileña de Sánchez y Begoña Gómez: Peinado registra cuentas y les sale mal su anuncio de 400 millones

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su esposa, Begoña Gómez, llegaban con todo el jolgorio del mundo a la cumbre del G20 en Brasil han eran recibidos lunes por Luiz Inácio Lula da Silva. El matrimonio de Moncloa asiste ajeno a los problemas que les acorralan en España y el presidente además se marcaba el compromiso de dar 400 millones de euros al Banco Mundial para combatir la pobreza y tener así su titular grandilocuente. Sin embargo, la fiesta brasileña no ha sido tan dulce como esperaban.

Primero, porque mientras Begoña Gómez está de fiesta en Brasil con Pedro Sánchez en la cumbre del G20, el juez Juan Carlos Peinado que la investiga por varios delitos sigue su trabajo para amargura del matrimonio de la Moncloa. En concreto, el magistrado ha pedida rastrear las cuentas de Begoña Gómez y reclama al Registro su certificado de matrimonio con el presidente del Gobierno.

El juez Peinado ha pedido "consultar la numeración de las cuentas corrientes en las que figure como titular la investigada Begoña Gómez" por corrupción en los negocios, tráfico de influencias, corrupción y apropiación indebida e intrusismo. También ha reclamado al Registro Civil Único de Madrid el "certificado literal de matrimonio" de la mujer del presidente del Gobierno.

A Sánchez le sale el tiro por la culata con su anuncio

Por otra parte, el anuncio de Pedro Sánchez en Brasil de dar 400 millones “para combatir la pobreza en el mundo” no ha sido recibido con aplausos y elogios en España como él esperaba, sobre todo teniendo en cuenta que múltiples localidades de Valencia afectadas por la DANA siguen aún destrozadas con las calles llenas de barro, con miles de personas que han perdido casas y negocios, y donde cualquier ayuda económica es recibida como agua de mayo.

“Les ha dado la ayuda sin pedírselo. Mientras tanto, en Valencia les dice que si quieren más recursos, que los pidan”, recordaban a Pedro Sánchez con su famosa frase tras la DANA. “En La Palma siguen viviendo en barracones -tras el volcán-, en Valencia siguen esperando ayuda 20 días después con las calles llenas de barro, muchas medidas anunciadas son préstamos… pero mientras tanto repartiendo el dinero de los impuestos de los españoles fuera para marcarse un tanto en Brasil” , reprochaban al presidente del Gobierno.