Los falsos jubilados de Coslada le dan un disgusto a Sánchez donde más le duele
Garrafal fallo de los guionistas de Moncloa. No es la primera vez que se descubre un pastel parecido que deja en evidencia al presidente.
El presidente del Gobierno juega a la pentanca en un parque de Coslada
La factoría de la Moncloa sigue produciendo a toda máquina propaganda a favor del líder supremo. La última ha sido la escena de la petanca. Pedro Sánchez aparecía por sorpresa en un parque de Coslada (Madrid) para conversar y jugar un rato con un grupo de supuestos jubilados anónimos de la localidad que le reciben de forma entusiasta entre sonrisas, ánimos y halagos.
El enfoque de Moncloa, del que se hacían eco de forma también entusiasta algunos medios, venía a ser algo así: “El gran presidente que ayer estaba rodeado de los poderosos del planeta en la cumbre de Davos baja hoy a la realidad del líder social que es para acercarse a charlar con los pensionistas y conocer su realidad de cerca”. Dicho de otra manera, Sánchez está en la cumbre y en el barro. ¡Qué gran líder!
Los jubilados son en realidad cargos del PSOE, con nombres y apellidos, actores entregados a la causa, actores con el carnet socialista entre los dientes
Pero los guionistas de Moncloa han cometido un error garrafal que tira por tierra la película entera: los jubilados son en realidad cargos del PSOE, con nombres y apellidos que desvela OKdiario. Jejejeje. Son actores entregados a la causa, actores con el carnet socialista entre los dientes.
Se ha descubierto el pastel y el ejercicio de propaganda se convierte en un tiro en el pie, un ridículo espantoso. El escarnio en las redes sociales está siendo épico. Seguramente usted mismo habrá recibido ya algún ‘meme’ en su móvil cachondeándose de la farsa montada ayer por Moncloa con Sánchez de protagonista.
En septiembre se descubrió una farsa similar
Otra farsa más, por cierto. No aprenden los guionistas. El pasado mes de septiembre se descubrió otro pastel parecido, no tan bochornoso, pero casi. Resulta que Sánchez llevó a un grupo de 50 ciudadanos elegidos al azar para que conversaran con él en la Moncloa. Entre esos estudiantes estaba Naiara, una joven que habló sobre el cambio climático. Pues bien, se descubrió que el azar había querido también que la misma chica fuera a Moncloa un par de meses antes a otro acto del amado líder con estudiantes. Entonces se le llamó “la niña de Sánchez” en tono de burla.
Que se preparen los guionistas porque lo que iba a ser un acto promocional de nuestro alto y guapo presidente se ha convertido en motivo de escarnio. Y no hay peor cosa para un ególatra que quedar en evidencia. Algunos probablemente deberían ir actualizando su currículum.