El "feo" público de Vargas Llosa a Preysler que nadie puede entender
Contra todo pronóstico, el escritor ha dejado a su amada novia a la altura del betún. ¿Quién lo iba a decir? Mientras tanto salen a la luz detalles ocultos de la muerte de Lina Morgan.
La vida de Lina Morgan fue tan hermética y misteriosa como también lo fue su muerte. Todo son hipótesis e informaciones trepidantes que no dejan de sorprender. La última, la publicada por Pilar Vidal en la que se asegura que la actriz falleció un día antes de lo que se ha contado. Aunque se desconocen los motivos por los que se falseó un dato tan importante, señalan que todo pudo formar parte de una estrategia para despistar a la prensa urdida por Daniel Pontes, el hombre de confianza deLina, que ha declinado hacer declaraciones a este respecto.
Estupefactas ante la increíble información, las sobrinas de la artista consideran que, de ser cierto, se trataría de una trapacería digna de denuncia: "si nos lo confirman estudiaremos si se puede hacer algo". Estefanía y Olgasiguen luchando por conocer el contenido del testamento, que ya se ha abierto.
Quieren comprobar si, como en vida, su tía tampoco se ha acordado de ellas en estos tiempos difíciles: "creemos que nos corresponde saber lo que ha dejado, como lo ha dejado y a quién se lo ha dejado", declara Estefanía a El Semanal Digital entre molesta y compungida. Está dispuesta -junto a su hermana- a llegar hasta el final para demostrar que la última voluntad podría estar adulterada. No quiere señalar a nadie, pero en nuestras conversaciones se muestra desconcertada ante la onmipresencia de Daniel Pontes, chofer y mano derecha de la actriz, durante la enfermedad de su tía: "Pienso que este señor aprovechó un momento débil para hacerse fuerte. Mi abogado,Ignacio Toledano, tiene orden para que actúe y saber si su gestión ha sido la correcta".
Y, mientras todo esto ocurre, el pasado miércoles se presentó en la Casa del Libro de Madrid una versión actualizada la biografía "De Angelines a Excelentísima Señora" (Editorial Club Universitario), que recorre la vida de Lina Morgan desde sus amargos inicios hasta el dulce éxito en la edad madura. Un libro muy oportuno escrito por Jesús García Orts, en el que se recogen infinidad de anécdotas con las que Lina se sentía muy identificada. Según su autor, tanto la intérprete de Hostal Royal Manzanares y su chófer Daniel le felicitaron a través de un correo electrónico: "Me escribieron en 2013 para darme la enhorabuena y para reconocer que este libro se ciñe, de forma fidedigna, a su vida personal y profesional".
Conocedor del sufrimiento que atravesó Lina los meses anteriores a su fallecimiento,Jesús aclara a este periódico que las informaciones publicadas sobre la supuesta huida de la residencia en la que se encontraba ingresada son falsas: "Estaba muy débil sin masa muscular, conectada a una máquina de oxígeno con una sonda nasogástrica y una traqueotomía que le impedía hablar y comer. No se valía por si sola. En la residencia estaba video vigilada por cámaras y con seguridad. Estaba aislada. Y, una vez se trasladó a su casa, tenía la vigilancia de tres enfermeras, Daniel y el portero... dudo que alguien tan controlado pueda escaparse".
Mario desmerece a Isabel
Me sorprende el hedor clasista que se desprende de las últimas declaraciones que el escritor Mario Vargas Llosa ha concedido a la CNN durante una charla distendida sobre su exitosa trayectoria laboral.
El Nobel calificó de "asombroso e increíble" lo que para él, supone una "absoluta intromisión en mi intimidad" al informar sobre su relación con Isabel Preysler. Me asombró que criticara vorazmente a los medios de comunicación dedicados al fisgoneo nacional, pero más todavía que llamara "exhibicionistas" a aquellos que, de forma habitual, vuelcan su intimidad sobre las páginas de las revistas del corazón. No debió darse cuenta de que esta característica que define con elocuente superioridad es la que describe a su ahora novia, con la que comparte esta semana portada de la revista Hola. Inquieta su incoherencia, a no ser que Isabel le haya contado que ella también es una Nobel y él, por amor o despiste, se lo haya creído.