S-Abengoa, con S de saqueo
¿CNMV? ¿Banco de España? ¿Auditorías? ¿Vigilancia? ¿Códigos de buen gobierno? ¿Especialistas en cloacas? ¿Cómo se llega a esto? Con un sistema mercantil ficticio y una CNMV ciega y sorda.
La pregunta no es solo por qué el crash de Abengoa, sino ¿cuál será la próxima en caer?, dada la credibilidad cero del tinglado mercantil español. Se repite el crimen de Pescanova. Andan por ahí contando que resucitó la muerta, pero no se crean nada: la Banca se ha comido un marrón de miles de millones y ahora la gran boa constrictor digiere la deuda con acidez.
Con Pescanova la CNMV no se enteró de nada y nada hizo antes, durante ni después. Nadie exigió responsabilidades políticas y profesionales, ¡qué alto cotiza la torpeza entre los ejecutivos del Gobierno y del IBEX35!; y ahí sigue doña Elvira, como la hija del Cid Campeador, que en este caso es nada menos que don Rodrigo Rato.
Abengoa (empecemos a escribirlo con “s” de saqueo: Sabengoa): 21 años de auditorías limpias, de 1993 a 2014, de ellos dieciocho años consecutivos auditada por Price Waterhouse y los tres últimos por Deloitte. Opinión del auditor: “Limpia, limpia, limpia…” y así 21 veces (web de la CNMV). Situación de la empresa: quiebra.
Sabengoa: 9.000 millones de deuda y lo que aparezca en los cajones, el mayor concurso de acreedores de la historia. En el puente de mando estos veinte años: la familia Benjumea, José Borrell, José Terceiro, Alberto Aza (al cesar en la Casa Real), Aznar (contrato con Libia), Rafael Escuredo, Luis Solana, Carlos de Borbón. El paraíso del lobby, la casta y la puerta giratoria. Remuneración de Manuel Sánchez Ortega y Felipe Benjumea: 4.484.000€ cada uno por hundir el barco, además de planes de pensiones, tarjetas de colores y otras vainas.
¿Qué disparate de capitalismo de amiguetes es este? ¿Qué se paga? ¿La inutilidad, el fraude, la connivencia, la complicidad, el silencio? Todo junto y a buen precio, con dinero ajeno, porque esos 9.000 millones de deuda (5.469 millones a proveedores) y ese pasivo de 24.740 millones que ha generado un equipo de insolventes, nos los vamos a comer todos. El ICO ya ha empezado a preparar el oxígeno y el desfibrilador.
¿Está tonta la Banca o qué? ¿Dónde están los comités de riesgo y los analistas? Esto se sabía, ¡se sabía! BNP Paribas lo advirtió en un informe demoledor en 2014, pero siguió la fiesta y el presidente del Consejo, Felipe Benjumea, se embolsó 11,4 millones de euros por su cara bonita.
¿CNMV? ¿Banco de España? ¿Auditorías? ¿Vigilancia? ¿Códigos de buen gobierno? ¿Especialistas en cloacas? ¿Cómo se llega a este estado de cosas? Desde luego con un sistema mercantil ficticio y una CNMV ciega, sorda y muda, cuya presidenta debería ser fulminada.
Pero no se crean que Pescanova y Sabengoa son excepciones: el IBEX35 (ahora IBEX34 y cayendo) está podrido y en quiebra. Veintiún años con auditorías “limpias” son un retorcimiento de la ley y una vergüenza nacional que se repite en otras muchas grandes empresas. ¿Qué inversor internacional serio se va a creer esas auditorías-ficción? ¿Hablamos de cómo se salvó la quiebra de PRISA, “incursa en causa de disolución”, o de la situación crítica de El Corte Inglés, etc.?
Todos ellos son la Marca Saqueo España, los que nos dan lecciones a los pobres de cómo ajustar nuestro sueldo, mientras ellos siguen celebrando su fiesta por todo lo alto con nuestro dinero.