Chabeli mete la pata y descubre la mentira de Ana y mamá Preysler

Poco a poco nos hemos ido acostumbrando a la relación entre Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. Y, al final, parece que la emoción y el estupor han dejado paso a la “normalidad.”

Los meses que hemos pasado viéndoles pasear por medio mundo y hablando continuamente de lo suyo - si viven juntos, si se casan, o que aún queda por tramitar los papeles del divorcio- nos han ayudado a ello. Y que sus cercanos también se dediquen a ello, ha jugado en su favor.

Pero, hasta ahora, no habíamos visto a Chabeli. Ni oído la opinión que la hija de Isabel y Julio Iglesias tenía respecto al nuevo novio de su madre. Y se ha quedado a gusto.

Visita fugaz

El encendido del alumbrado navideño de Swarovski –como si de Nueva York se tratase- ha sido la excusa perfecta para que Chabeli cruzase el charco. Dos años durante los que no ha pisado España porque ha estado, como ella misma nos reconocía, muy liada cambiado pañales.

Quizás esa distancia, ese alejamiento de los focos es lo que le ha hecho estar así de desentrenada con la prensa

Quizás esa distancia, ese alejamiento de los focos –a los que no es nada asidua- es lo que le ha hecho estar así de desentrenada con la prensa. Hablar de más y decir frases que la han dejado un poco en evidencia.

De hecho, durante su bolo –y pocas horas antes de coincidir con el de Ana para la firma de moda Caramelo y en la que también habló de su madre y Mario (qué rentable está resultando)- Chabeli no dudó en entrar a valorar la actitud de la Boyer respecto a Vargas Llosa. Error de novata.

No sabremos cómo le habrá sentado a su hermana que Chabeli la haya dejado en evidencia reconociendo públicamente lo que Presyler, Tamara y Ana negaron, que la pequeña del clan no le sentó muy bien la relación de Isabel con Mario.

Después de definir a Ana como “muy jovencita", reconoce entender su reticencia por lo reciente de la muerte de tío Miguel. Pero “su madre es feliz y eso es lo más importante.”

Otra más

Pero lo de la señora de Christian Altaba no quedó ahí. Reconocía que no ha tenido un momento libre para leer un libro de Mario Vargas Llosa, ese señor encantador y lleno de vida que ahora completa y hace las delicias de mamá Isabel. Intentando excusarse añadió que es porque todos los libros que lee son en inglés, ya que hace 30 años que se fue de España.

Menos mal que los periodistas que estaban en ese momento tuvieron la buena voluntad de hacerle entender que los libros de Mario también están traducidos al inglés, sino Chabeli se hubiera mantenido de por vida en su ignorancia… Así que no le quedó otra que prometer que, entonces, leerá una de sus obras.