Felipe, Zapatero y Rubalcaba maniobran contra un pacto con Podemos
La corriente interna contraria a que Pedro Sánchez alcance un acuerdo con Pablo Iglesias, que lleva el aval de Susana Díaz, va ganando adeptos. ¿Aguantará el líder del PSOE la presión?
No sólo son los barones. El intento de Pedro Sánchez de buscar una aproximación a Podemos y los nacionalistas también tiene enfrente a los expresidentes del Gobierno Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero y al exsecretario general del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba. Todos se lo hicieron llegar la noche electoral y al día siguiente. Uno de ellos de forma directa en una conversación telefónica, y los otros dos de forma indirecta a través de intermediarios.
Es decir, que si al actual líder del PSOE se le ocurriera aceptar todas o algunas de las condiciones de Pablo Iglesias, y sobre todo si transigiera con la celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña, tendría la oposición frontal de González, Zapatero, Rubalcaba, Susana Díaz, Guillermo Fernández Vara y Emiliano García-Page. Esto ya se lo han dejado claro a Pedro Sánchez. Bien es cierto que también él ha reiterado que la unidad de España es algo irrenunciable.
Aun así, algunos incondicionales de Sánchez le siguen animando para que lo intente. Un acuerdo que no pasaría por ERC, ni por la formación de Artur Mas, Democracia y Libertad, ni por Bildu. Están pensando en un acuerdo con Podemos y convencer a Albert Rivera para que Ciudadanos se abstuviera en la investidura. Consideran que la presión sobre Rivera se puede incrementar ante la amenaza de una repetición de elecciones, algo que no quieren el PSOE, pero tampoco en Ciudadanos. Aun así, y en el caso de no conseguirlo, desde Ferraz creen que el PSOE debe recuperar la iniciativa política y de esta manera evitar presentarse a unas elecciones anticipadas como culpable de la inestabilidad en España.
Susana lo tiene claro: el problema del PSOE se llama Podemos
Pero ese intento no será autorizado por Susana Díaz. La líder del PSOE andaluz y presidenta de la Junta no tiene duda: vetar un pacto con Iglesias para salvar al partido. Tiene muy claro Susana Díaz que el lugar del PSOE en este momento es la oposición. Rearmarse y renovarse desde la oposición. Los acuerdos con Podemos no han servido para nada al PSOE. Más bien todo lo contrario. Y tiene datos que lo demuestran.
Hasta en Andalucía, pese a los 15 puntos de diferencia entre el PSOE y Podemos, la presión de la formación morada le ha restado votos. Y muchos. En Cádiz, donde "Kichi" gobierna gracias a los socialistas, el domingo se le fueron los podemitas a 10 puntos. Por no mencionar la irrelevancia en grandes capitales como Barcelona, apoyando a Ada Colau; cuarta fuerza en Madrid, después de permitir el gobierno de Manuela Carmena; o tercera fuerza en Valencia, donde Ximo Puig es rehén de Compromís.
El peso de Susana Díaz es evidente. Pero cualquier aventura de Sánchez también contará ahora con la oposición frontal de los expresidentes socialistas del Gobierno.