Cristina de Borbón, abatida y abandonada, sufre el último quite
Los nervios ahogan a la familia Urdangarín ante el inicio del caso Noos. A lo que se suman los desplantes familiares, la soledad de Cristina y un último empujón que la deja vendida.
Los días previos al inicio del juicio por el caso Noos están siendo más que difíciles para la familia Urdangarín. Pero es que, además, vienen aderezados por una serie de “complicaciones” que se convierten en nuevas trabas y pruebas.
A la hermana de Don Felipe han decidido colocarla a los pies de los caballos
Más allá de la publicación del libro que Diego Torres, ex socio de Iñaki Urdangarín, tiene prevista en estos días previos al juicio del caso Noos, son duros los últimos embistes que se están viviendo contra la entereza de Iñaki y Cristina en esta prueba de fuego.
Y es que a la hermana de Don Felipe han decidido colocarla a los pies de los caballos. Una vez más. La tía de Leonor y Sofía tendrá que sentarse en la Escuela Balear de Administración Pública en Palma de Mallorca, que servirá de sede del juicio a partir del próximo lunes, justo al lado de los periodistas acreditados para cubrir Noos.
Cristina es más que consciente de la presión mediática a la que estarán sometidos tanto ella, como Iñaki, pero esto no se lo esperaba. Una cosa es soportar el revuelo, los flashes, los intentos de captar hasta el mínimo gesto en el paseíllo hasta su asiento y, otra muy distinta, soportar que durante todo el juicio la escudriñen para, después, dar rienda suelta a cualquier suspiro que se le haya escapado en la sala.
A los lobos
Cristina se sentará justo al lado de la zona asignada para los periodistas, en el extremo. Su puesto en la tercera fila de acusados, detrás de la mujer de Diego Torres, Ana María Tejeiro, y al lado de Salvador Trinxet, asesor fiscal, la deja demasiado cerca de los quince periodistas que está acreditados para seguir de cerca el citado juicio.
A pesar de la práctica que, la que fuera Infanta de España junto a su hermana Elena, tiene ante la prensa, no se esperaba esto. Ha tenido que aceptarlo, claro está, pero ella tan sólo había practicado para salir airosa del paseíllo ante los medios de comunicación; nada de tener que mantener el tipo tantas horas y bajo tanta presión con la prensa analizando hasta el último detalle, mueca o gesto de su cara.
Nada de tener que mantener el tipo tantas horas y bajo tanta presión con la prensa
Una situación más que viene a sumarse al cansancio que Cristina e Iñaki ya acusan. Una presión psicológica que les está pasando factura y que se percibe en un bajón físico muy notable. La ayuda psicológica que Iñaki está recibiendo en Ginebra no es suficiente.
Hay que tener en cuenta los componentes emocionales y familiares que se han sumado a toda esta situación. Los hijos del matrimonio Urdangarin Borbón empiezan a ser los suficientemente mayores para darse cuenta de ciertas cosas y Cristina está más que dolida por los desplantes familiares que está sufriendo.
Apartada de forma muy marcada de la Familia Real, Cristina se siente totalmente sola. Tan sólo la reina emérita Doña Sofía sigue apoyándola de forma abierta. Los demás, no dejan que se acerque en Navidad a Zarzuela, entre otras muchas cosas. Una dureza que la está mermando y por la que se muestra muy impresionada.