El calvario de Rocío Carrasco por culpa de su hija
Continúan las provocaciones familiares. La presentadora hace frente a los desplantes de su hija de la mejor manera aunque le resulta más que complicado. Este fin de semana todo ha empeorado.
El calvario de Rocío Carrasco con su hija parece no tener fin.
Provocación tras provocación. Indirectas que no pretenden serlo. Ataques desmedidos. Insultos mascullados que intentan pasar desapercibidos. Rocío Carrasco vive un auténtico calvario desde que su hija mayor, Ro Flores, decidió volar hasta el nido de su padre. Desde aquel entonces es habitual que la joven utilice las redes sociales para dejar constancia de un dolor que, a priori, resulta excesivamente alterado. Inquieta su necesidad de compartir con el mundo una felicidad que solo la es en apariencia. Pero jugar a ser adulto no es fácil. Y los errores pueden tener consecuencias graves e inesperadas. Enfrentamientos o toques de atención que, en efecto, demuestran que inmadurez y sobrexposición forman un cóctel explosivo.
Este fin de semana Ro ha publicado una instantánea en su Instagram que ha revuelto a más de uno. En ella, su hermano menor, David, aparece abrazándola. El pequeño, menor de edad, también se encuentra pasando una temporada junto a su padre. La publicación de la imagen ha revuelto a más de uno. También a sus seguidores, que no han dudado en mostrar su enfado y desaprobación. No entienden cómo ha decidido poner cara a su hermano, siempre protegido por sus padres. Tampoco se entiende que Antonio David, padre y tutor, haya autorizado la publicación de la fotografía controvertida.
Es evidente que intentan desestabilizar a la Carrasco con la divulgación de informaciones que ponen el acento en la mala relación que mantiene con sus hijos
Es evidente que intentan desestabilizar a la Carrasco con la divulgación de informaciones que ponen el acento en la mala relación que mantiene con sus hijos. Le señalan salvajemente en un totum revolutum que sobrecoge. Lo que no parece importar es el profundo desasosiego de Rocío ante lo que ocurre a su alrededor. Acaso alguien ha contado las lágrimas derramadas ante la huida de su hija. Su sufrimiento parece menor porque prefiere callar en público aquello que maldice en privado. Nada más lejos de la realidad. Me consta que Rocío lanza preguntas al Universo que nadie sabe responder. Demasiado dolor. Quizás debería preguntar a esa luna con la que su madre mantenía charlas románticas.