La diputada "tramposa" de Podemos reta a Iglesias y se aferra al sofá
Covadonga Peremarch anuncia que no dimite, pasa al grupo de "no adscritos" y arremete contra su partido. Les Corts ya tienen una "tránsfuga" y el tripartito un diputado menos.
La diputada autonómica alicantina de Podemos, Covadonga Peremarch, expedientada y suspendida de militancia por la formación de Pablo Iglesias por el fraude y "pucherazo" en las primarias de su partido ya ha anunciado que se niega a entregar su acta parlamentaria y permanecerá en su escaño de Les Corts pero inaugurará el grupo de los "no adscritos", retando así al secretario general de Podemos en la Comunidad Valenciana y portavoz parlamentario, Antonio Montiel, que horas antes había manifestado públicamente que la diputada presentaría su dimisión y entregaría voluntariamente el acta.
La decisión de Peremarch abre así la primera gran crisis con trascendencia pública en Podemos de la Comunidad Valenciana, en privado las relaciones son tan tensas entre varios diputados como ahora se escenifica públicamente con esta "no dimisión- que además debilita un poco el tripartito al contar ese mayoría de tres (PSOE, Compromís y el propio Podemos) con un parlamentario y voto menos. Además, la diputada alicantina arremete duramente contra la dirección de Iglesias y en un comunicado denuncia irregularidades en Podemos en la resolución porque "falla en tiempo y forma porque llega con un mes de retraso, incumpliendo los propios estatutos de la Comisión Democrática de Garantías, pues debería haberse emitido el 13 de diciembre como fecha límite".
La diputada dice ser "inocente" y acusa a su partido de irregularidades y tomar una decisión sin "base jurídica" ni "hechos verificables"
En el mismo comunicado la diputada ahora díscola, que lo encabeza clamando por su "absoluta inocencia", afirma que la decisión "carece de base jurídica y de hechos verificables. En el propio dictamen de la Comisión de Garantías se me exculpa de la acusación directa sobre mi persona al señalar que ningún menor votó, siendo además el único hecho demostrado por el equipo informático de Podemos, que por otro lado no ha dado prueba alguna que sustente las demás acusaciones".
Y concluye su comunicado sentenciando que "dicho esto, aun sin entender la resolución ni las razones que se aportan a la hora de dictaminarnos, como persona que creyó y cree desde el principio en esta ilusión, que ha trabajado desde el nacimiento del proyecto, hoy realidad política, acato la decisión de los órganos superiores". Una singular forma de acatar el dictamen porque no entrega su acta parlamentaria, como así se lo han exigido tanto desde Madrid como desde Valencia.