La familia Urdangarin “devuelve” favores que debía a Cristina

Cristina de Borbón y el cómo ha cambiado tanto una vida en unos pocos años. Antaño querida por todos, con una vida alegre y llena de comodidades y que, de repente, se ha transformado en una existencia casi aciaga.

Tuvo que dejar una Barcelona que quería con locura y en la que era feliz y trasladarse a vivir a Ginebra. Una decisión que, aunque le pesó, afrontó con fuerza por alejar, sobre todo, a sus hijos del clima de tensión que se vivía en España a cuenta de todo lo que rodeaba a Iñaki con el caso Noos.

Una situación judicial que ha ido ganando adeptos en un repudio que se ha saldado con un Felipe VI y una Letizia más alejados que nunca de Cristina. Algo que se ha podido comprobar cuando, esta Navidad, no han querido recibirla ni verla en Zarzuela. O prohibiendo su estancia en Marivent mientras Iñaki y Cristina se enfrentaban al caso Noos.

Mantener las distancias y marcar las diferencias es la máxima en Casa Real.

Mantener las distancias y marcar las diferencias con la situación que rodea a Cristina a Iñaki es la máxima en Casa Real. Una directriz que, en cambio, Elena de Borbón y la reina emérita Doña Sofía han decidido desoír. Deben y quieren apoyar a una Cristina más sola y triste que nunca.

Una Borbón que ha visto cómo la Presidencia del Ayuntamiento de esa ciudad que ha querido tanto, ha votado la revocación de la Medalla de Oro que Barcelona le concedió a Cristina. Una distinción que le fue entregada en el año 97, poco antes de casarse con Iñaki.

Cara y Cruz

Pero no es lo único que pierde. Además de la familia y la medalla, Don Felipe decidió quitar a Cristina y a Iñaki el título de duques de Palma y Mallorca retirar el nombre que los Urdangarin aportaban a la Rambla de Palma… Unas pérdidas que son muchas menos dolorosas que los desplantes familiares que ha tenido que sufrir la hermana de Elena de Borbón.

Pero, en cambio, la familia de Iñaki está con ellos. De hecho su madre, Claire Liebaert, y dos de sus hermanas acaban de estar junto al matrimonio en Ginebra. Saben bien lo que le deben a Cristina. Para empezar el no haber abandonado al jugador de balonmano a su suerte en lo que están viviendo y el dar el mejor apoyo legal y psicológico a un Iñaki muy tocado.

Cristina ha preferido mantener su familia unida y afrontar lo que venga sin dejar de estar junto a Iñaki. Algo que los Urdangarin no olvidan y por lo que, en deuda con la Borbón, le prestan ese apoyo y cariño incondicional que Cristina ya no recibe de los suyos.