El "otro" PP valenciano exige la cabeza de toda la dirección

La paciencia de la mayor parte de la militancia del PPCV, esa que no está en la elite del partido, se ha agotado al asistir esta semana atónita al enésimo espectáculo brindado en la Comunidad Valenciana por los dirigentes de su partido a modo de detenciones y redada. Un partido que, guste o no, está marcado por una corrupción casi endémica de la que el "segundo escalón" de los populares valencianos culpan directamente a los dirigentes de su partido. A todos, a los de antes y a los actuales.

La indignación ha sido absoluta en esos alcaldes y concejales del PPCV que trabajan en municipios de la Comunidad Valenciana. También incluso a diputados provinciales y hasta senadores. La corriente crítica se ha extendido como la pólvora aglutinada en un solo grito, un grito de guerra: "basta ya". Y es que ESdiario ha tenido oportunidad de hablar durante toda la semana con numerosos cargos públicos del PPCV, ajenos a la dirección y a los casos de corrupción, y todos han coincidido en señalar que es "hora de un cambio radical de personas en el PPCV".

Una constante, la del relevo de caras, que se ha repetido en privado por todos los encuestados con dramáticos añadidos: "nos estamos partiendo la cara por el partido, nos están dando palos en los momentos más difíciles y vemos como otros se aprovechaban de nuestro trabajo para forrarse y valerse de nuestro trabajo para forrarse", afirmaba el portavoz del PP en un municipio alicantino. Y, como hemos contado, no es un sentimiento aislado sino generalizado.

El malestar es de tal envergadura que estos cargos y militantes del PP piensan que la dirección regional al completo debe caer. "No valen medias tintas y que al final siempre estén dirigiendo el partido los de siempre, es el momento de un cambio radical de personas porque de lo contrario estamos condenados a estar en la oposición 20 años y eso sería pésimo para los intereses de la Comunidad Valenciana". En privado estos dirigentes -alcaldes, diputados provincial o concejales- consideran que lo ideal sería disolver el partido y crear una gestora regional, algo que se ha hecho para la dirección de Valencia.

Cargos municipales y otros dirigentes del PP dicen sentirse "avergonzados" por su partido y exigen cambio inmediato de personas

"La situación es tan grave, apunta a Esdiario un alcalde valenciano, que no caben las medias tintas. O actuamos ahora o nos comerá la corrupción de unos pocos que nos ha hundido a todos". "En mi pueblo hubiésemos ganado las elecciones de calle, pero por culpa de lo que han hecho algunos en Valencia hemos perdidos los votos que ha posibilitado a un tripartito tener la alcaldía, no podemos permitir esto más". Las miradas apuntan ahora a Isabel Bonig, que si bien no está salpicada por ningún caso, sí consideran estas fuentes que está desacreditada para seguir al frente del partido por lo que ha ocurrido.

"Hay que cortar de raíz con el pasado y el pasado también es Bonig. El municipalismo del partido, los concejales que trabajan a diario, alcaldes y otros militantes tenemos que dar un paso al frente y cambiar las formas, el fondo y las caras de lo que tiene que ser un nuevo PPCV", explica otro dirigente local consultado por este diario. En esa lista de cargos a "eliminar" critican que ex como Alberto Fabra o Rita Barberá se "hayan cargado el partido pero tengan el premio de su acomodo en el Senado, un retiro dorado que no merecen".

Son declaraciones en privado, pero en público también ha habido críticas. Tanto es así que en la red social Facebook destacados dirigentes locales han criticado abiertamente la situación de su partido. Lo que al principio eran comentarios aislados finalmente se ha convertido en toda una corriente. Incluso el diputado provincial de Hacienda de Alicante, Alejandro Morant que es también alcalde de un municipio, ha publicado en su perfil de Facebook un compendio del hartazgo de parte del PP valenciano "avergonzado" por lo acontecido y que así lo han manifestado en Facebook. Es el principio de la revolución que se avecina en el PPCV. O eso o morir décadas en la oposición.