La insólita petición de Kiko Rivera a sus hermanos huele a chamusquina
A punto de celebrar el bautizo de su hija con Irene Rosales, el DJ busca la forma para sacar mayor rentabilidad a la exclusiva. El padrino está por decidir. Se elegirá al mayor postor.
Es la forma más rápida y rentable para la próxima exclusiva que Kiko Rivera planea para la primera quincena de marzo. El hijo de Isabel Pantoja prepara, con la presión de Hola sobre su pescuezo, el bautizo de su hija Ana -fruto de su relación con la modelo Irene Rosales- en el que pretende reunir a los miembros más importantes del clan. Insisten en que en este momento Kiko ultima los detalles de la celebración, que será íntima y en Cantora, y que contará con la presencia de amigos y conocidos. La hermana de Irene será la madrina y el padrino todavía es un misterio. Fuentes solventes señalan a ESdiario que Kiko ha propuesto a sus hermanos Francisco y Cayetano ocupar uno de los puestos más importantes en la vida de su hija. Cayetano parece haber declinado la proposición por cuestiones laborales y Francisco parece que podría, en última instancia, aceptar la sorprendente petición.
Sería, sin duda alguna, un gesto de generosidad por parte de Francisco, de nuevo cosechando éxitos en los cosos internacionales. Sobre todo teniendo en cuenta que con su presencia y la de Isabel Pantoja el cheque sería todavía más abultado. Sería la primera vez, además, que la tonadillera coincidiría en una portada junto al hijo de Paquirri y, tal vez, la manera de limar las asperezas surgidas con la (no) repartición de los trastos de matar del maestro fallecido en Pozoblanco. Habrá que esperar a que Francisco tome una decisión final. Lo que tampoco está claro es si Chabelita será testigo del acto de cristianar.
Me cuentan que las aguas vuelven a esta revueltas entre los hermanos. La intervención de Isa en Sálvame Deluxe explicando, con todo lujo de detalles, los desencuentros familiares provocaron un disgusto en el ahora cantante que puso el grito en el cielo. Aseguran que Kikote no entiende que, cuando se había sellado la paz, su hermana volviera a abrir la caja de Pandora. Pero no solo él, sino tampoco su madre. La tonadillera está enfurruñada con su hija por haber puesto precio a los enfrentamientos del clan, teniendo en cuenta que le pidió de forma reiterada que no hablara de ella: "Isabel le dijo que no se le ocurriera hablar de ella, que se centrara en otros aspectos y le hizo caso omiso. Algo que no le perdona". ¿Estamos frente a una nueva crisis familiar?