Bombazo: Toño Sanchís se revuelve y acusa al hermano de Belén Esteban
Arrecia la tormenta, y de qué manera. No hay fin en la batalla que la tertuliana mantiene con su ex representante, que ahora contraataca apuntando directamente a la familia de ella.
Belén Esteban tiene imán para las polémicas. No se puede explicar, de otra manera, la capacidad que ha desarrollado para enrolarse en escándalo tras escándalo. Incluso con sus propios compañeros de tertulia vespertina. La señalan como instigadora de confrontaciones peligrosas al tiempo en que ella enjuga sus lágrimas y se alza como víctima ingobernable.
En mitad de la guerra con su ex representante, ahora es protagonista de la última batalla en Sálvame ante un magnánimo Jorge Javier siempre perfecto en la ejecución. Dicen que ha aumentado y corregido las palabras que Laura Matamoros pronunció contra su padre en la casa de cristal. No es la primera vez que recibe críticas por los matices empleados al reproducir conversaciones, en algunos casos iniciadoras de broncas monumentales.
A pesar de los pesares, Belén mantiene intacta su vehemencia. No acude a los tribunales, pero en público atiza sin medida al que fuera su representante. Asegura haber descubierto nuevos desfalcos que serán ventilados en el momento oportuno. No aclara por cuestiones legales. O tal parece a tenor de sus reiteradas justificaciones. Ella habla en público mientras Toño enmudece ante las preguntas de los reporteros. No tiene miedo. No duda ni tembletea, aunque su rostro ajado evidencie que los últimos acontecimientos le han mermado físicamente. Fuentes solventes advierten a ESdiario que el socavón entre el representante y la tertuliana podría ser todavía más profundo.
El papel que el hermano de Belén jugó en el enfrentamiento con Toño Sanchís, puede ser clave
Me insisten en que un hermano de Belén ya ha salido a relucir en las últimas conversaciones que Toño ha mantenido con su representante legal. Al parecer, era él quien tenía potestad para controlar las cuentas corrientes de su hermana y el que, en última instancia, comunicaba cómo debía administrarse su fortuna, siempre con expresa autorización de la titular. Escama que, siendo así, Belén mantenga en público que desconocía lo que se cocía en sus cuentas y que, por lo tanto, fue engañada e incluso estafada por Toño.
Algo huele a podrido en esta polémica en la que, en efecto, uno de los dos distorsiona la realidad a su antojo. Me molesta la excesiva utilización que tanto Belén como Toño están haciendo de los medios de comunicación. No hay mañana en la que mi teléfono no suene con interlocutores dispuestos a ofrecerme dudosa información sobre uno y otra. ¿Por qué no dirimen sus diferencias en un tribunal?