El muerto olvidado de esta Semana Santa
Hace 35 años, los abertzales y marxistas de ETA mataron al jefe de la Policía Foral. Hoy son abertzales y marxistas los que gobiernan Navarra y mandan la misma Policía. ¿Cómo se entiende?
La temprana Semana Santa de 2016 es la primera con Uxue Barkos presidiendo Navarra. Y es la primera con Bildu – Batasuna en el poder en Pamplona, de la mano del alcalde Asirón. ¿Sabían lo que hacían en la Unav al hacerlo doctor? Sospecho que sí. Una Semana Santa entre las procesiones que permanecen y la kale borroka que retorna, entre los que quieren ikurriñas en los balkones y los que imponen más vasco en escuelas que quieren más inglés. Una Navarra que no crece, pero sobre todo que mira al futuro con temor. Un futuro en el que algunos incluso quieren de nuevo a ETA.
Vivimos en una Navarra estupenda, en la que tenemos una dirección general de Paz y Convivencia del Ejecutivo foral, con Álvaro Baraibar, y en la que se van a celebrar unas Jornadas de Paz, Convivencia y Derechos Humanos. Una idea moderna, progre y maravillosa para este abril, en la que “Sembrando convivencia, una mirada desde el arte” permitirá que en Pamplona hablen de paz, libertad, derechos, tolerancia y tantas cosas preciosas el ilustre periodista Gervasio Sánchez, Javier Pagola, Bernardo Atxaga, el grupo Proyecto 43-2 y el teatro de la fundación Baketik. Qué pena que no vayamos a estar todos, y que no todos tengamos el mismo derecho a estar.
Las cosas que importan a los chicos de Barkos y de Asirón son las importantes. Por supuesto. Qué hay más importante que contar una versión rehecha de lo que sucedió hace 80 años para ocultar y falsificar lo que ha sucedido aquí durante esta misma democracia. Hablamos empalagosamente de “solidaridad con todas las víctimas y su derecho a la verdad” y a la vez impulsamos el olvido de lo que ellos mismos hacían hace poco, y vuelven a hacer ahora, buscando una legitimidad en la mentira histórica a la que llaman memoria. Con la impresionante cara dura de hablar de “respeto a los derechos humanos de todas las personas” pensando en los muertos de hace 800 años y en sus presos terroristas asesinos casi impunes e ignorando a los que aquí han sufrido y siguen sin verdadera libertad.
Barkos, Asirón y Baraibar ven como prioritario, por ejemplo, “el plan de retirada de simbología del franquismo”, un proyecto para “democratizar el espacio público de Navarra, de sus calles y plazas”. Pero si quieren retirar “los símbolos que representen una exaltación de la violencia y de valores antidemocráticos o contarios a la libertad” tendrán que empezar, y lo saben bien, por todos los símbolos, locales, banderas, carteles y recuerdos batasunos, etarras, abertzales, incluyendo esa ikurriña que tantas muertes nos ha traído; y sin olvidar desde luego la bandera roja marxista, símbolo de varios genocidios. Y qué harían en ciertos locales islámicos. Así que o son sinceros y ciegos a la realidad, o son mentirosos y usan esa retórica sólo para sus propios, mediocres y sucios fines políticos.
En la feliz Navarra de Barkos, al frente de la consejería de Interior y Justicia del Gobierno Foral de Navarra está María José Beaumont Aristu, abogada navarra de EH Bildu. Ecopacifista y de la coordinadora Itoiz, ahora ella dirige la Policía Foral. La Navarra retroactiva y hemipléjicamente pacifista tiene además su policía en manos de una sucesora de Herri Batasuna. Lo cual tiene su toque macabro, porque ETA ha matado al menos a 42 personas en Navarra –y no hablamos de las muy numerosas víctimas de otro tipo-, y entre ellos está… el que fue jefe de la policía foral, José Luis Prieto García.
El teniente coronel José Luis Prieto García nació en Tafalla, participó en el bando hoy oficialmente maldito –desde la ignorancia-, mandó la policía foral y se retiró en 1979. El 23 de marzo de 1981, al entrar en la parroquia de Nuestra Señora del Huerto cuando un etarra se acercó a él y le disparó dos veces en la cabeza. Los pistoleros de la banda huyeron en un Peugeot 504 de color blanco.
Su cadáver permaneció más de una hora en la acera una hora a escasos metros de la entrada de la iglesia, acompañado por varios de sus hijos. No fue un caso único en aquella Pamplona en la que se preparaban las actuales libertades. Han sido condenados como autores, cómplices y encubridores del asesinato los criminales etarras Manuel Víctor Tomás Salvador Labat, Juan José Legorburu Guerediaga, Mercedes Galdós Arsuaga, José Ramón Artola Santiesteban y José Ramón Martínez de la Fuente. Sorprende ver que ninguno de ellos tiene aún cargos relevantes en el Gobierno de Barkos. Sería lo coherente con su idea de la “memoria” Aunque quizá fuese demasiado humillante para la aún Policía Foral. Claro que lo que de verdad importa es cambiar los peligrosísimos símbolos, y sólo algunos…
Hace 35 años ETA mató al teniente coronel José Luis Prieto, jefe de la Policía Foral. Hoy dan lecciones de ecopacifismo y controlan la Policía Foral.
Pascual Tamburri