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Un juez podemita deja en evidencia a Pablo Iglesias y a su concejal violento

Estaban muy felices en el partido morado con su nuevo héroe del pueblo cuando llegó un diputado de los suyos, magistrado en excedencia, para tirar el mito a la basura de un plumazo.

Bódalo.

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El concejal violento de Podemos en Jaén, Andrés Bódalo, ha recibido un varapalo de los que más duelen porque llega desde casa. Y de paso todos sus defensores se han llevado también un revolcón. Y es que los golpes de los propios son los que más duelen. Ha sido el diputado de Podemos y juez en excedencia Juan Pedro Yllanes el que ha dejado muy claro que no firmará la petición de indulto porque el concejal de Jaén En Común cometió un delito de agresión “especialmente grave” que merece “un reproche penal de una enorme seriedad” y más en este caso, dice, en el que se ha valorado la reincidencia.

Semejante cornada de un profesional de impartir justicia deja en evidencia el sectarismo de sus defensores, todos los que han firmado la petición de indulto. Ahí estan Ada Colau, Teresa Rodríguez -que comparó al concejal ceporro con Miguel Hernández-, el Kichi, Alberto Garzón, los actores Juan Diego Botto y Alberto San Juan, miembros de la CUP, del SAT y, cómo no, hasta el mismísimo Pablo Iglesias. “No estamos dispuestos a perder las libertades. Por eso, el derecho a la protesta no debe suponer cárcel”, decía coleta morada en un tuit de apoyo al agresor. Unas palabras desacreditadas por su compañero juez en excedencia que afirma que la sentencia “no habla de defensa de derechos, sino de una agresión a un persona que en ese momento era concejal” y que la vía de la agresión “no está justificada bajo ningún concepto” por lo que “eso tiene que tener su reproche penal y es un reproche penal de una enorme seriedad”.

Se puede decir más alto pero no más claro. No es el único que ha expresado esto mismo pero sí es el primero de peso que lo hace desde dentro, desde su propio bando. Y eso no solo duele sino que deja en evidencia a los que han pretendido convertir a Bódalo en un mártir de la libertad de expresión. Un guantazo en toda regla al victimismo de Podemos que utiliza una y otra vez la misma táctica. La misma que usó para defender a Rita Maestre ante la condena por asaltar la capilla de la Universidad Computense y también la que empleó en el caso de 'Alfon', condenado por portar explosivos en una mochila durante una manifestación. En todos los casos los condenados son víctimas de una persecución y de un intento de cerecenar la libertad de expresión, de manifestación o de huelga. El juez podemita Yllanes les ha tirado abajo de un soplido su farsa y ha dejado a Iglesias sin uno de sus prefabricados héroes.

Sólo se equivoca el diputado morado en una cosa. No teme represalias, ha dicho el muy ingenuo. Hace mal. Que eche un vistazo dentro de casa, que pregunte a Errejón o a Sergio Pascual, el ex secretario de Organización decapitado por decreto, y verá lo que le espera. Iglesias, al más puro estilo del Politburó, no admite disidencias internas. Así que Yllanes queda marcado en negro y su futuro muy comprometido dentro de Podemos. Al menos, eso sí, nos ha hecho un favor a los demás.