El momento más embarazoso de Isabel Pantoja pasto del chismorreo colectivo
Pocos son los caprichos de Isabel después de salir de prisión. Pero eso no quiere decir que la tonadillera no peque de presumida. Y, para la puesta a punto, lo mejor, un quirófano.
Isabel y su hermano Agustín, feliz en libertad
Los amigos que le han quedado a Isabel Pantoja después de su paso por la cárcel de Alcalá de Guadaira se pueden contar con los dedos de la mano; al menos, esos que no tachamos de interesados y que no buscan conseguir carnaza que desvelar luego en los platós de televisión.
Entre ellos, para sorpresa de la propia tonadillera, se encuentra el eterno productor José Luis Moreno, que asegura apoyar a la ex amiga de María del Monte y que, si ella quiere, removerá lo habido, y por haber, para conseguir que Isabel se vuelva a subir a los escenarios. Quizás, también, porque el propio Moreno sabe del tirón que tendría en estos momentos la vuelta a los escenarios de la Pantoja.
Y es que a Isabel, a pesar de su temor patente a estar en sitios rodeados por gente –como fue el caso del bautizo de su nieta Ana-, le queda todavía mucha guerra por dar. Y, como nos cuentan sus cercanos, la posibilidad de subirse de nuevo a un escenario le hace especial ilusión.
Verse rodeada una vez más por su público y sentir el cariño y el calor de su gente es lo que necesita ahora Isabel. Eso y, claro está, el dinero que conseguiría de estas esperadas actuaciones. De hecho, se empieza a especular con que, por unas galas que tendría firmadas para Barcelona, la cantante podría recibir hasta 500.000 euros; de los que, eso sí, tendría que descontar los gastos de producción y de los músicos.
Isabel se vuelca en ella misma. En su recuperación y en sentirse a gusto con su propio cuerpo
Aunque las supuestas necesidades económicas que, dicen, se están viviendo en Cantora y que aprietan a sus habitantes, no son tan acuciantes como para convencer a Isabel Pantoja de dar una sonada exclusiva para contar esos detalles morbosos de su paso por prisión. Algo que todavía muchos esperan.
Así que Isabel se vuelca en ella misma. En su recuperación y, sobre todo, en sentirse más a gusto que nunca con su propio cuerpo. Muestra de ello, su decisión de pasar por quirófano y hacerse ciertos retoques que veía más que necesarios.
Y es que la fama no libra a los rostros conocidos del colorín de ese paso del tiempo que demuestra que, al final, todos somos de lo más humanos.
Ciertos retoques
Isabel, cuando ha pasado casi un mes desde que saliese de prisión, ha permanecido ingresada un par de días en una clínica de Sevilla, en Santa Ángela de la Cruz, para someterse a una cirugía estética que deseaba.
La Pantoja no ha querido que el paso del tiempo y la ley de la gravedad que tanto afecta, acabasen con esos escotes que le gusta lucir embutida en sus trajes de cola. Y es que la madre de Kiko y Chabelita ha optado por un médico de confianza para subirse el pecho y retocarse la tan temida tripita. De hecho, un personal médico distinto al de la citada clínica y reclamado específicamente por Isabel.
Una puesta apunto y una operación bikini que la harán sentirse más cómoda que nunca con su cuerpo; y que, seguro, le darán más confianza en sí misma y un mejor aspecto. No cómo el de su ex, Julián Muñoz, que se le ha visto más demacrado que nunca al abandonar la cárcel en la que permanecía hasta hace pocos días.