El robo en casa de Kiko Rivera deja expuestas sorprendentes intimidades

Aunque pasen ciertos altibajos, informativamente hablando, la vida de la familia Pantoja sigue vendiendo. Lo saben ellos –que continúan explotando ciertas exclusivas- y lo conocen también los que le rodean. Y cuanto más oscuros sean los secretos que forman parte de esta familia, más cotizados están.

Telecinco es uno de sus máximos conocedores y, por eso, por tercera vez, Isabel Pantoja vuelve a ocupar de forma velada los programas que la cadena se encarga de encadenar en parrilla.

Si no pueden convencer a Isabel para que aparezca en plató y cuente sus intimidades y la experiencia que vivió en la cárcel de Alcalá de Guadaira, Sevilla, qué mejor que encomendar a esos satélites que han formado parte de la vida de Isabel que lo hagan.

Hace unos años fue Kiko Rivera el encargado de sacar a la palestra los secretos de Cantora en prime time, una heroicidad que que culminó con el recibimiento de la misma Isabel a su hijo del alma en plató. Después le llegó el turno a Chabelita y sus enfrentamientos con el tito Agustín. Y ahora han puesto en el ojo del huracán a la ex niñera Dulce y a la ex amiga Mila Ximénez.

De hecho, nada más llegar a la isla, Dulce y Mila ya han explotado su, más o menos, cercanía al clan Pantoja. De hecho, no dudamos de que Ximénez podría estar acatando los consejos de dirección de que explote sus habilidades para tirar de la lengua a la nanny de Chabelita.

Eso sí, de forma equilibrada, que no en vano quedan muchos días para desgranar los secretos que Dulce tiene en la manga. Hay todavía mucha tela que cortar en pos de un share más que deseado

La tranquilidad Rivera Rosales se ha visto interrumpida después de que entraran a robar

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Pero, parece, que no son las únicas que buscarían el beneplácito de los espectadores y de los que desean desentrañar más datos del clan Pantoja. Y si no que se lo digan a los que han entrado a robar en casa de Kiko e Irene y que han sabido muy bien qué llevarse.

En peligro

Parece que la tranquilidad de la morada de los Rivera Rosales se ha visto interrumpida después de que entraran a robar en la casa. Gracias a Dios Kiko, Irene y la pequeña Ana se encuentran perfectamente ya que ellos no estaban en el domicilio en el momento del robo. Pero, ¿qué ha pasado entonces?

Además de una elevada cantidad de dinero, unos relojes y dos televisores de plasma, los citados ladrones han afanado dos ordenadores. Y la preocupación no viene, precisamente, por el valor de estos aparatos, si no por la información comprometida que contenían.

Al parecer, según confesaba Kiko, dentro se podían encontrar imágenes y detalles íntimos del futuro matrimonio que, lógicamente, no desean que se hagan públicos.

Los ladrones con toda seguridad no podrán vender a una revista el contenido de los ordenadores. Sería un delito que alguna publicación lo sacase a la luz después de pagar por ello.. Pero eso no quita el miedo a que puedan volcar en internet de forma anónima lo más sonado que, con ciertas habilidades, puedan extraer de las computadoras.

Un miedo que mantiene a los Rivera Rosales en un ay.