Toño Sanchís se revuelve ante el nuevo delito que le imputan

Belén Esteban ha atizado, otra vez, al que fue su representante Toño Sanchís. Le acusa con inclemencia de haber cometido cinco delitos para los que, explican, pide pena de prisión. Belén asegura que está dispuesta a luchar hasta el final aunque en la guerra pueda quedar tocada de muerte. Es la decisión, tal vez suicida y desacertada, de alguien que, quizás, no está tan bien asesorada como pregona.

Porque, para Belén, en la batalla contra Toño todo es válido. Desde la aparición de un detective que nunca volvió, hasta afirmar que sigue costeándole los gastos telefónicos. Omite en su categórica afirmación que, a lo que se refiere, es a la cuota anual que paga por tener online su página web. Pero la Princesa sin corona habla y nadie cuestiona.

Se dan por ciertas todas sus apreciaciones, las mismas que en el pasado eran puestas en evidencia desde Antena3 por quienes ahora, insólitamente, la aúpan como a una Virgen. Es excesiva la descarnada defensa de María Patiño a la que, cegada por la vehemencia, se le ha olvidado sacar de paseo la presunción de inocencia. Sobre todo porque en esta, como en cualquier otra acusación, impera el amparo constitucional. Pero María se pierde en la inmensidad y ataca a los que ofrecemos la otra versión sin reparar que ella hace lo propio en sentido contrario. Tal vez se le caería la venda si escuchara la grabación realizada durante la preparación del libro de desmemorias en la que Belén se desahogó, injusta y desmedida, contra ella.

Pero María, empecinada en crear batallones enfrentados en este asunto, yerra al asegurar en público que Toño está descapitalizando su sociedad. La periodista insinúa que el representante está cometiendo un delito de alzamiento de bienes para evitar quedarse sin blanca. Patiño se equivoca al asegurar que Sanchís actúa al margen de la ley y que esconde sus actividades al fisco. Nada más lejos de la realidad, pues este que les escribe ha podido comprobar que, en efecto, los últimos contratos de sus representados están negociados por RTS SL, la mercantil con la que Toño gestiona las participaciones televisivas de personajes como Olvido Hormigos, Dioni o Laura Matamoros.

Tampoco es real que Toño haya decidido mudarse a Miami para huir de la tempestad. Aunque es cierto que sus negocios se han expandido por Estados Unidos, no ha escogido casa ni colegio para sus hijos: "Yo me quedo en España y viajo a Miami cuando es necesario, pero en ningún caso me voy a vivir allí", me explica. Y más ahora que está a punto de sacar al mercado su nuevo trabajo discográfico, en el que versiona canciones de toda una generación, y con el que tiene prevista una gira de verano.

ESchismógrafo también ha podido comprobar que, a pesar de lo explicado, es Toño -y no un tercero- el que escribe su blog semanal en la revista Lecturas. Lo hace desde su Mac personal y remite, puntual, los correos electrónicos a la dirección de la revista que, en última instancia, aprueba el contenido de sus escritos, un continuo bombazo en el que Toño tira a dar. Y lo que te rondaré morena, pues el cantante prepara un capítulo dedicado íntegramente a la polémica sobre Lorca.