Tita Cervera empieza a ahogarse entre amenazas veladas
Irónica es la contradicción que está viviendo Tita Cervera. Sin abandonar el lujo del que disfruta, y que bien merecido se tiene, Carmen se queja, precisamente, de lo duro que es ser rica.
El refranero popular lo deja bastante claro: no es más rico quién más tiene. Si no fuera así, no entenderíamos las lamentaciones de una baronesa Thyssen que nos suelta ciertas amenazas veladas y que, además, no acaba de entender por qué no se aplica siempre el doble rasero en España.
Y miren que en este país somos bastantes dados a aquello de las excepciones; pero, en este caso, parece que se quiere volver a dar ejemplo con algún famoso patrio. Algo que ya se hizo cuando Isabel Pantoja ingresó en la cárcel con una condena cercana a los dos años y sin antecedentes penales.
Pero volviendo a lo que nos ocupa, son muchas las voces, y con razón, que se han alzado en contra de la viuda del barón Heinrich von Thyssen-Bornemisza por las lindezas que ha tenido a bien verter en su última entrevista con un medio español. Más exactamente al periódico Cinco días.
Son muchas las voces, y con razón, que se han alzado en contra de la viuda del barón Heinrich von Thyssen
Entre otras cosas, Tita ha querido mostrar su enorme enfado con el Estado, y más concretamente el ministro Montoro, por la persecución que está llevando a cabo Hacienda contra su familia.
Recordemos que tanto Carmen, como su hijo Borja, están siendo investigados por diversos frentes; pero sobre todo por saber si de verdad residen en Andorra,. Por aquello de los impuestos que se están zafando de pagar por vivir allende nuestras fronteras.
Situación incomoda
Una realidad que la suegrísima de Blanca Cuesta no ha dudado en hilar con la colección que tan amablemente cedió a España. Una gran cantidad de cuadros que Carmen recuerda que le deja a nuestro país más de seis millones de beneficios a España
Simplemente por ello, Carmen Cervera debe de creer que se merece un trato de favor. Su generosidad es mucha, no lo dudamos. Y por eso precisamente, no está de más recordarla. Amén de pedir, como ella hace, que se le empiece a pagar una cantidad fija por mantener esa colección en España. Algo que no había solicitado hasta ahora y que, teniendo en cuenta cómo están en el punto de mira de Hacienda, empieza a ser perentoria.
Se siente desilusionada, triste y perseguida. Tanto Tita, como su hijo Borja. Algo que puede desembocar, si sus herederos se cansan, en la venta de la colección de cuadros y en el cese de su cesión gratuita a España.
Lo malo de ser siempre bueno es que, cuando decides cambiar, la gente lo critica. Y eso ha sido precisamente lo que le ha llovido encima a Tita, criticas. Pero no tanto por la gestión de su pinacoteca –que en su derecho está- si no por comentarios como lo difícil que es ser rico.
Ciertos lujos
Carmen parece olvidarse en ocasiones de la buena vida que lleva. De la cantidad de lujos de los que goza y de los numerosos viajes que lleva a cabo; aunque algunos de ellos, como los que realiza para gestionar el museo Thyssen, los paga de su propio bolsillo.
Es su dinero y puede hacer con él lo que le plazca. Disfrutar de casas preciosas, de su barco Mata Mua o decidir que la educación que reciben sus mellizas Sabina y Carmen se lleve a cabo en la intimidad y sin mantener, apenas, contacto con otros niños; ni si quiera con sus sobrinos (los hijos de Borja y Blanca).
Amén de organizar sonadas comuniones como la que está disponiendo para el próximo lunes para Carmen y Sabina. Eso sí, para demostrar a Hacienda que viven en Andorra, la cita religiosa tendrá lugar en el país vecino; el mismo en el que las dos pequeñas asisten a uno de los mejores colegios bilingües.
Sea como fuere, el resquemor de la familia Thyssen es patente. Y, seguro, serán muchos otros los pasos que den Tita y Borja para acallar rumores y, sobre todo, para ver cómo se libran de la investigación tributaria.