ESdiario

De Alfonso amenaza con tirar de la manta y carga personalmente contra Rivera

En su comparecencia ante el Parlamento catalán, el jefe de la Oficina Antifraude de cataluña ha salido respondón, ha dejado en evidencia a los partidos políticos y señalado a un candidato.

Daniel de Alfonso, director de la Oficina Antifraude, este jueves en si comparecencia ante el Parlament

Creado:

Actualizado:

El caso de las escuchas al ministro del Interior no ha terminado. Ni mucho menos. Incluso es probable que alguno de los inquisidores que con tanta rapidez y vehemencia han pedido la dimisión de Fernández Díaz acaben ellos mismos en la hoguera o, al menos con un serio revolcón. Eso se deduce de la comparecencia del director de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), Daniel de Alfonso, en el Parlamento catalán en la que lejos de amilanarse ha salido al ataque y ha enseñado las garras.

Así, ha acusado sin rodeos a Albert Rivera de haberle presionado en su momento a cambio de su apoyo y le ha sacado los colores a todas sus señorías con un “no sean hipócritas, me reúno con todos ustedes, también se han reunido entre ustedes, y ustedes con periodistas; dejemos la hipocresía para la guerra electoral”.

De Alfonso mostró a los parlamentarios catalanes la "punta" de la manta de la que puede tirar

Es más, aunque De Alfonso no ha querido revelar el contenido de esas charlas sí ha enseñado la punta de la manta de la que puede llegar a tirar si se sigue cuestionando su honorabilidad y limpieza.

La "tentación" planea por el Parlament

“La tentación es grande porque así muchas bocas se iban a callar”, ha avisado. Tiene mucho que contar. Y es lógico que así sea porque, como él mismo ha explicado, la mayoría de las denuncias que recibe su oficina “vienen de grupos políticos” ya que él no puede llevar a cabo registros y sólo consigue información a través de los políticos que le cuentan cosas y casos.

De Alfonso parece especialmente dolido con Ciudadanos y/o con Albert Rivera. De hecho es del único líder del que ha hablado con nombres y apellidos para ponerle en un brete. Así, ha relatado que Rivera fue a verle a su despacho en 2013 y le dijo “que no me preocupara, que me apoyaría (como aspirante a presidir la OAC) pero que tenía que darles algo a cambio”.

Ciudadanos, que tan rápidamente pedía la dimisión de Fernández Díaz, ahora se limita a defender a su jefe de filas. Reconocen que existió esa reunión “ordinaria” pero que fue sólo para trasladarle “la necesidad de actuar de manera independiente contra la corrupción y el fraude en Cataluña”.

Es decir que la reunión debió de durar aproximadamente tres minutos: uno para el saludo y para preguntarse por la familia y comentar el tiempo; otro para decirle esa obviedad enternecedora de que debe ser independiente; y un tercero para despedirse con los desgastados “tenemos que quedar a comer”, “seguimos hablando” o viceversa.

Poner este caso en cuarentena

Es lógico y normal que los políticos se reúnan con este señor, que le pidan cosas y que le den otras a cambio. Y, qué quieren que les diga, unas grabaciones de hace dos años, fragmentadas, cortadas y manipuladas, y covenientemente publicadas a cuatro días de las elecciones generales, es para que pensemos mal o, como poco, para que lo pongamos todo en cuarentena.

Normalmente cuando la policía trata de esclarecer un crimen -y espiar a un ministro del Interior lo es- lo primero que se pregunta el móvil del mismo, es decir, a quién beneficia. El que saca provecho se convierte en sospechoso de manera automática. En este caso hay varios que encajan en ese papel. Mas aún si, como se ha publicado, el líder del PSC, Iceta, ha llamado a Pedro Sánchez para pedirle que baje el tono contra Fernández Díaz, que sea cauto, no vaya a ser que acaben salpicados. Lo que ocurre es que a Sánchez sus ganas de ser presidente le pueden y cree que ha encontrado un filón inagotable en este caso para hacer demagogia, pedir dimisiones y rascar votos.

Dicen que hay más grabaciones. Tiene que haberlas por la sencilla razón de que lo que se ha publicado es un extracto parcial, editado y cortado. Aunque solo sea, la charla íntegra entre ambos debe tenerla alguien. Esperemos que respeten la jornada de reflexión pero tarde o temprano saldrá el resto y es posible que alguno se le vuelva en contra como un bumerán. Veremos.

tracking