Paolo Vasile da un golpe en la mesa y aclara los motivos del adiós de la Milá

Las redes hierven. Mercedes Milá no presentará la próxima edición de Gran Hermano, el reality que le devolvió a la primera línea de fuego televisiva en 2001. En su lugar, el todoterreno Jorge Javier Vázquez demostrará, una vez más, su capacidad para la improvisación. La noticia, que llegaba a los medios a media tarde del pasado miércoles, revolucionó las redes sociales. El hastag #SinMercedesNoHayGH se convirtió en pocos minutos en tendencia mundial y situó a la presentadora en una delicada situación. En declaraciones a Vertele, Mercedes agradeció el cariño de sus seguidores y aclaró que, en contra de lo que se podía imaginar, la decisión de no continuar conduciendo el reality "fue tomada hace mucho tiempo".

Milá pretendió, sin decirlo, atajar los comentarios que apuntan a que Mediaset habría prescindido de sus servicios después de que, en el programa de María Teresa Campos, arremetiera contra Supervivientes confesando su inesperada teoría: "Mila va a ganar porque es la ganadora de la cadena". Pero no. Su espontaneidad nada tiene que ver con su desacuerdo contractual. La libertad de expresión, punto infranqueable en Mediaset, no podía ser el motivo del distanciamiento televisivo con la productora -y no con Telecinco-. Así me lo confirma el siempre cercano Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset España: "no sólo no es la causa del no acuerdo de Zeppelin con Mercedes, si no que creo que nadie le hizo caso; yo, por ejemplo, no lo sabía hasta ahora, ni me importa, como es obvio. La realidad es más sencilla que la fantasía".

Los mentideros acumulan miles de comentarios sobre el futuro inmediato de Mercedes Milá. Este periódico ha podido saber que, desde la primera edición de Gran Hermano, la catalana tenía contrato con Zeppelin y no con la cadena. Aunque, eso sí, Mercedes permanece ligada a Mediaset donde presentará Convénzeme, el programa de libros que siempre quiso hacer y que produce La Fábrica de la Tele.