El verdadero motivo de la bochornosa actitud de Portet más allá de la lengua
Al polémico músico inquisitorial le han llovido las criticas por su feo gesto con el camarero que no le entendió en catalán. Pero detrás hay mucho más que un sentimiento independentista.
La información es poder, y en la era de las telecomunicaciones, el manejo de las Redes Sociales es básico como medio de control de las fuentes de creación de noticias.
Esta semana nos hemos despertado con una denuncia pública de Quimi Portet. El “reconocido” músico catalán, aprovechaba Twitter para ridiculizar en público a un camarero de Balearia que osó responder con un “hablo cuatro idiomas, pero no entiendo el catalán”.
Portet, minutos después, usó la red de los 140 caracteres para exigir a la naviera responsabilidades por la actitud del empleado, publicando en el medio una foto del condenado, sin juicio, sometiéndolo a vejación popular.
Hasta ahí, todo más o menos normal. El problema surge cuando Balearia contesta afirmando que tomará medidas oportunas contra el camarero del “café amb llet” (café con leche).
Detrás de esta vergonzosa respuesta se encuentra Pilar Boix, reconocida activista independentista catalana, quien, unas horas después, suspendía su cuenta en Twitter. ¿Tirón de orejas o huida cobarde?
Al final, la acusación cobarde del músico catalán se convertía en tiro por la culata en las RRSS, el Hashtag #BoicotABalearia se convirtió en TT nacional y varios medios de información se hicieron eco de la vergonzosa noticia, con el consecuente perjuicio para la empresa.
Reconocidos intelectuales catalanistas actuaron como alimañas en busca de presa indefensa. Gabriel Rufián, usaba su cuenta institucional para apoyar públicamente al comisario Portet.
El Embajador de Cataluña en Bruselas, quien cobra un sueldo pagado con los impuestos de los españoles, también usó Twitter para mofarse del camarero de Balearia, y para eso aprovechó el aspecto físico del trabajador proyectado en la fotografía de Portet.
Detrás de toda la campaña, se esconde el aire de superioridad moral de la izquierda soberanista, que busca el escarnio público de un empleado de una empresa privada.
Abel Matutes Jr., en un ejercicio de responsabilidad y coherencia, afirmó que la empresa no cederá a chantajes y que estará al 100% con su trabajador
Manolo García, en una entrevista concedida hace unos años, apuntaba al excesivo empeño de Portet en la producción en catalán como principal responsable de la desaparición de la mítica formación, una pista importante sobre la controvertida ideología del músico.
García, evolucionó exitosamente en su carrera profesional, curiosamente, Quimi Portet quedó anclado en la primera formación musical, Los Burros.
Hoy, aquellos que no pintan canas y que jamás habían escuchado hablar de Portet, lo conocen, y no por su música precisamente, sino por su dudosa catadura moral.