El brazo armado de Michu, la novia de José Fernando, que quiere ir a GHVIP
La familia empieza a estar muy preocupada con el cariz que está tomando la enfermedad de José Fernando y la actitud mercantilista de su novia. Lo que no imaginaban es que no está sola.
Michu y José Fernando en una imagen de archivo
La salud de José Fernando Ortega Mohedano es motivo de debate en todos los fueros públicos. Se habla de su evidente inestabilidad y de la fragilidad que muestra frente a su Michu, su novia, una lánguida pero desnortada joven, con la que ya ha protagonizado escándalos tan excesivos como innecesarios. Porque si algo ha conseguido es sacar rentabilidad a su relación tóxica con el hijo de José Ortega Cano. No le importa que Josefer se tambalee indistintamente por las calles o los estudios gráficos siempre y cuando haya una buena suma de dinero al otro lado.
Michu no actúa sola. Un tercero marca las pautas y ejerce de representante para sacar mayor rentabilidad
Es un juego peligroso y altamente amoral. La forma más ruin de enriquecerse a costa de una persona con evidentes trastornos psicológicos y con una fuerte adicción a los estupefacientes. Pero Michu no está sola en ese indiscutible aprovechamiento. Me cuentan -y no acaban- que actúa con la connivencia de un tercero, que ejerce de representante, acostumbrado a negociar desde la clandestinidad. Me aseguran que marca los tiempos y las pautas de una forma que, para algunos resultará magistral, pero que, en efecto, es torticera y peligrosa. No sólo porque Michu y su brazo armado jueguen con la estabilidad de un chico con problemas, sino porque son capaces de cualquier cosa, ahora que la joven anda como loca por ser una nueva concursante de la edición VIP de Gran Hermano.
La hermana de José Fernando, Gloria Camila, es la que más fuerza parece tener en este conflicto
Suerte que José Fernando, algo desorientado, no está solo. A su lado, siempre cercana y atenta, su hermana Gloria Camila ejerce de ángel protector, incluso de ese punch de boxeo en el que, a veces, Josefer descarga su rabia y su frustración. Su papel es fundamental en este asunto. Es de ovación cerrada, de aplauso continuo y reconocimiento público, a pesar de que Gloria es excesivamente pasional. Es ella, pero también su padre, el torero, el maestro, el que busca soluciones para acabar con una pesadilla que les preocupa y casi les ahoga.