Mosquera abre la veda y cuenta sin pudor las traiciones de Rocío Carrasco
La boda de Rocío y Fidel fue la consolidación de una relación de años. Pero también trajo mucho rencor y rencillas familiares que los que las sufrieron no están dispuestos a olvidar.
La decisión de Rocío Carrasco de abandonar el retiro mediático al que se acogió tras la muerte de Rocío Jurado, todavía debe de estar pesándole. La hija de la Jurado y de Pedro Carrasco consiguió durante muchos años ser respetada y vivir en un clima de tranquilidad la triste perdida de la Más Grande, pero la exclusiva de su boda abrió la caja de los truenos.
Una decisión muy personal y que tenía, evidentemente, todo el derecho a tomar. Lo malo son las formas, piensan algunos, en las que se hacen las cosas. Rocío vendió una boda nada íntima y en la que, durante los tres días de festejos, estaban los que ellos más querían. Una decisión sangrante para muchos y en la que faltaban, como ya sabemos, familiares importantes y de primer orden: su padrastro José Ortega Cano, sus hermanos Gloria Camila y José Fernando, sus tios, Amador y Gloria Mohedano y sus hijos, Rocío y David.
Unas ausencias a las que se sumó la de Raquel Mosquera, la que fue compañera fiel y devota del padre de Rocío. Sin embargo, la relación entre la viuda de Pedro Carrasco y la ex de Antonio David Flores se rompió hace mucho. En el mismo momento en el que Pedro murió. Pero del resto de verdades, de las que mucho se especuló y que eran un secreto a voces, no se había confirmado nada. Hasta ahora.
Muy enfadada
A Raquel Mosquera le hemos preguntado durante muchos años por ciertas heridas en su relación con Rocío y la de ésta con su padre. Y Mosquera, por la memoria de Pedro, nunca quiso hablar. Pero ahora, indignada precisamente por la forma en la que Rocío se ha comportado con su boda, ha considerado que tenía que decir todo.
De hecho, Mosquera no ha dudado ni un segundo, ni le ha temblado la voz, en confirmar todo lo que se sabía, soto voce. Y mucho más. Su paso por el plató del Deluxe ha servido para que se hable de Mosquera y de Carrasco durante mucho tiempo y, sobre todo, para que detrás de Raquel vengan otros que cuenten otra forma de ser de Rocío.
Raquel ha reconocido que cuando Pedro murió en 2001, Rocío le dio la patada en el culo. Ni una sola vez la llamó o se preocupó por ella después de que su marido muriese de forma tan inesperada. Y eso que compartieron numerosas confidencias y que mantenían una relación casi de hermanas.
"yo no he recibido amor de Rocío Carrasco, solo una patada en el culo"
Ni siquiera la mujer de Fidel Albiac levantó el teléfono para preguntarle cómo se encontraba después de los problemas de salud tan graves que tuvo la Mosquera. Algo que sí hizo, en cambio, Antonio David Flores. Una relación con el ex de Rociíto que piensa retomar y que abandonó por supuestas presiones de Carrasco.
Raquel confirmó, además, lo que se dijo en su día: que Rocío y Pedro no se hablaban en el momento de la muerte de éste. La mala relación entre padre e hija, y que Pedro intentó reconducir, se había agudizado y llevaban tiempo sin hablarse cuando al ex boxeador le dio el infarto. Al ex de la Jurado no le gustaba nada Fidel y éste, supuestamente, se lo hizo pagar no favoreciendo la relación entre Rocío y Pedro.
Mosquera asegura que toda la situación vivida con la muerte de Pedro y la de, ahora, con la boda de Rocío, se debe al fuerte carácter de la hija de la Jurado. Pero, sobre todo, al egoísmo demostrado de Rociíto. Un egocentrismo que, según Raquel, llevó a la señora de Albiac a no pedir casi recuerdos de su padre; aunque Raquel si firmó cosas relacionadas con la herencia de Carrasco que, ahora, no firmaría.
Seguro que le queda mucho por contar. Y estamos convencidos de que lo hará, pero la relación de Rocío y Raquel se puede resumir en la frase que tan firmemente Mosquera dijo en el Deluxe: : “yo no he recibido amor de Rocío Carrasco, solo una patada en el culo.”