Terrible: Raquel Mosquera ingresada de urgencia tras un brote sicótico

Máxima preocupación. El entorno familiar de Raquel Mosquera afronta momentos de gran incertidumbre. La peluquera ha sido ingresada de urgencia en la unidad psiquiátrica del Hospital Puerta de Hierro de Madrid después de sufrir una grave recaída en su enfermedad. Raquel, que llevaría varias semanas sin tomar la medicación para controlar su trastorno bipolar, habría protagonizado un episodio trágico que ha obligado a trasladarla hasta el nosocomio madrileño. A primera hora del domingo, ESchismógrafo recibía la llamada angustiada de uno de los amigos de Raquel que, de forma sorpresiva, pedía la colaboración de los medios. Su hermano Miguel ha confirmado a este que les escribe la situación real: "Mi hermana se encuentra indispuesta, pero no se trata de nada que revista gravedad. Estará bien en pocos días y si considera oportuno facilitar alguna información, entiendo que lo hará".

No es la primera vez que Raquel vive algo similar. Hace unos años también recayó tras hacer caso omiso a las pautas farmacológicas que podían regular su enfermedad. Ella misma reconocía públicamente que, en algunas ocasiones, había preferido no tomar la medicación porque sentía que la vida se le escapaba entre los dedos. Sin embargo, después de una larga terapia psicológica, Mosquera parecía haber recuperado la vitalidad y la responsabilidad que se le requiere a un enfermo de sus características.

Las alarmas saltaron el pasado viernes dieciséis de septiembre cuando Raquel reapareció en televisión tras meses de ausencias. La viuda de Pedro Carrasco concedía en Sálvame Deluxe su entrevista más contundente y arremetía brutalmente contra Rocío Carrasco, a quien acusaba de haberse aprovechado de su debilidad mental para salir reforzada en la repartición de la masa hereditaria del boxeador. Unas durísimas declaraciones que la hija de Rocío Jurado había puesto en mano de sus abogados y que evidenciaban que Raquel había sufrido una metamorfosis sorprendente. Sus constantes reiteraciones y la dureza de sus palabras presagiaban que algo no iba del todo bien.