El pasado sentimental de Edmundo resucita para amargarle la vida a María Teresa
La presentadora de televisión estaba viviendo una segunda juventud. En parte gracias a la estabilidad que le aporta Edmundo. Pero, parece, que la tormenta ha llegado al clan Campos.
Están consiguiendo amargarle la felicidad a María Teresa Campos. La madre de Terelu y Carmen Borrego se sigue mostrando de lo más ilusionada en brazos de su Bigote Arrocet. Edmundo, el hombre que ha conseguido brindarle una segunda juventud y con el que está dispuesto a vivirla al máximo.
Da igual que éste diga o haga. O que le lluevan las críticas por aparecer en el reality de las Campos levantándose tarde, confesando que duerme separado de María Teresa o que no se lleva mucho con las hijas de la Campos.
A estas alturas, que venga una ex de Edmundo a dar otra imagen de él en España, poco le importa
Lo importante, está claro, es la sonrisa que se le pone en la cara a la compañera de programa, al menos algunos minutos a la semana, de Kiko Hernández, Matamoros o Belén Esteban, entre otros.
Y con eso es con lo que se queda la Campos. Por eso, que a estas alturas de la película venga una ex de Edmundo a dar otra imagen de él en España, poco le importa. Al final y al cabo, María Teresa sabe que todo el mundo tiene un pasado y que hay que vivir el presente.
Sobre todo, porque se trata de una mujer que, en España, poco o nada ha hecho. Y de la que, según se critica en el entorno de María Teresa, Terelu y compañía, se dice que viene a sacar partido de la relación de Edmundo con la íntima de Rocío Carrasco. Porque la Campos si es famosa en nuestro país y ella no.
Problemas del pasado
¿De quién hablamos? De la presentadora chilena Gabriela Velasco que ha concedido una entrevista esta semana para contar cómo fue su matrimonio con Edmundo. Unión que duró cuatro años y durante la que tuvieron una hija, Gabriela.
Velasco afirma que llegó a denunciar a Bigote por bígamo. Ya que éste vendió en España la exclusiva de su boda sin haberse, todavía, divorciado de ella. Y es que en Chile no existía entonces el divorcio.
Gabriela, además, vende la imagen de que Edmundo es un hombre mujeriego y al que siempre le han gustado las mujeres mayores. Un final, el de Velasco y Arrocet que no fue nada fácil y en el que, según cuenta Gabriela, hubo mucho dolor.
Sin embargo, le desea toda la felicidad posible junto a María Teresa. Aunque, para ello, le meta la pullita de que es raro que no se la haya presentado todavía a su hija Gabriela, con la que, parece, sí que mantiene relación.