Es hora de recuperar el orgullo perdido
Esta breve legislatura que vamos a presenciar, debe servir para erradicar de la vida política a los títeres proetarras y recuperar el orgullo, el coraje y la bravura de la población española
12 de julio de 1997. Como cualquier niño en vacaciones, disfrutaba del cálido verano mediterráneo. Fiel a mi costumbre, después de jugar el partido diario en el árido campo de fútbol de la urbanización donde veraneaba, acudí a comprar una botella de agua al bar. Pronto, mi gran amigo Carlos y yo, vimos que el bar estaba completamente abarrotado, lleno de gente que miraba la televisión con una cara de estupefacción, de tristeza y de rabia difícil de olvidar. El padre de Carlos era uno de los presentes y su hijo le preguntó: "¿qué pasa papá?", su padre respondió: "ETA lo ha matado", "¿por qué?" pregunté como cualquier niño que disfrutaba de la inocencia y de la realidad paralela en la que se vive con 11 años, "porque son unos hijos de puta" me respondió un señor con lágrimas en los ojos mientras abandonaba el bar.
Algunos quizás no sepan de quién hablo; su nombre era Miguel Ángel Blanco y fue otra víctima más de las 857 personas inocentes, junto a los miles de heridos, decenas de huérfanos y 90 secuestrados, que produjo ETA en nuestro país. El secuestro y posterior asesinato del concejal del PP, supuso un antes y un después en nuestra sociedad. Lo mataron pegándole dos tiros en la nuca, fue encontrado con vida y tras horas agonizando, falleció en el hospital donostiarra de Nuestra Señora de Aranzazu. La gente llenó las calles de España, mostrando un clamor unánime y una firmeza contra los totalitarios nunca antes vista. Fue un homenaje a la moral, el orgullo y el honor, valores que por desgracia muchos han olvidado.
Nadie debería olvidar que aquellos balazos, coches bomba y secuestros iban dirigidos hacia todos nosotros
Por suerte no he vivido de cerca el dolor, el sufrimiento, la frustración y la tristeza que supone perder a un ser querido, por el simple hecho de pensar diferente. Pero ello no me ha impedido estudiar, con el paso del tiempo, lo que supuso ETA para nuestro país y reconocer la lucha tanto del PP como del PSOE y ahora de Ciudadanos, contra los criminales. La unión en lo fundamental, a pesar de las diferencias políticas que existen entre ellos, la firmeza de añorados dirigentes frente a la dictadura de los pistoleros, es algo de lo que debemos estar orgullosos todos los españoles. Nadie debería olvidar que aquellos balazos, coches bomba y secuestros, no iban dirigidos solamente a políticos, jueces, militares, guardias civiles, policías o periodistas; iban dirigidos hacia todos nosotros.
Mientras Iglesias organizaba su primera movilización en la universidad a favor de De Juana Chaos otros seguían maldiciendo la hora en la que pasaron por delante de Hipercor en Barcelona
Mientras Pablo Iglesias se dedicaba a hacer chascarrillos en una herriko taberna con el proetarra Sabino Cuadra, otros lloraban a sus padres en las tumbas. Mientras Pablo Iglesias organizaba su primera movilización en la universidad, que casualidad, a favor de De Juana Chaos, otros seguían maldiciendo la hora en la que pasaron por delante de Hipercor en Barcelona. Mientras "los rufianes" se reunían en Perpiñan con los etarras para que no mataran en Cataluña y sí en el resto de España, otros salían volando por los aires o recibían un disparo en la nuca. Mientras Iglesias pide la reagrupación de los etarras, (esas fueron las exigencias de los asesinos de Miguel Ángel Blanco para soltarlo), decenas de personas están mutiladas por un coche bomba.
Ahora los totalitarios, por desgracia, tienen presencia en el Congreso de los Diputados e incluso son ovacionados sin ningún tipo de pudor, al terminar sus infames intervenciones
Ahora los totalitarios, por desgracia, tienen presencia en el Congreso de los Diputados e incluso son ovacionados sin ningún tipo de pudor, al terminar sus infames intervenciones. Homenajean la vileza, la desvergüenza, la cobardía y la más absoluta indigencia moral que padece gran parte de nuestra sociedad. La respuesta de los partidos constitucionales debe ser la de homenajear continuamente a las víctimas, la firmeza, la valentía, el honor, y la defensa de lo más importante que todos los seres humanos tenemos, la libertad, que es, sin duda, lo que más odia la bazofia.
Los cobardes del tiro en la nuca ya no son beligerantes porque no pueden, gracias a unas fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado envidiables, que han conseguido neutralizarlos jugándose la vida y sin ceder en los momentos más críticos, en una lucha que debería ser un símbolo de orgullo para todos los españoles y que tristemente muchos parecen olvidar e incluso ridiculizar. Esta breve legislatura que vamos a presenciar, debe servir para erradicar de la vida política a los títeres proetarras y recuperar el orgullo, el coraje y la bravura de la población española, que víctimas del desaliento y la desesperanza, han caído en brazos de los tipos más rastreros y miserables que ha conocido nuestra joven democracia.
Como dijo Jaime Mayor Oreja: "Nosotros no somos como ellos, debemos estar orgullosos de no ser como ellos".