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Una comida de domingo con los All Blacks, es decir, la familia Espinar

Ya sabe, la próxima cita que tenga usted con la familia aproveche la ocasión, y entre percebe y percebe, pida lo típico de cualquier joven español de clase media y trabajadora.

Una comida de domingo con los All Blacks, es decir, la familia Espinar

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Ramón Miniblack Espinar, citó ayer a los periodistas para explicar cómo fue posible adquirir una VPP con tan sólo 21 años, sin estar empadronado en Alcobendas, sin pasar por el concurso público que debe haber en estas operaciones, y cómo fue posible que consiguiera una hipoteca en plena crisis económica, si tal y como él dijo, se encontraba en una situación precaria.

Lo más interesante de la comparecencia fue cuando sin ningún tipo de tapujo, Miniblack soltó: "Yo hice lo típico de cualquier chaval. Estas cosas pues las comentas en las comidas de los domingos".

Me imagino una comida "dominguera" con los All Blacks. Mientras uno degusta el caviar de beluga, típico entrante de la clase media y obrera española, otro, con cara de preocupación comenta un ruido del motor de su Aston Martin que no acaba de convencerle. Raudo se mete una ostra con un fino aroma de trufa entre pecho y espalda para poder superar el calvario y la grave situación de precariedad a la que está sometido. Luego la tía le pregunta a la hermana de Miniblack por el nuevo bolso, la cual ha esperado impacientemente para poder presentar el nuevo accesorio a la familia. Un formidable Louis Vuitton, adquirido por la módica cifra de 4.000€. Pero la tía es más de Chanel y ridiculiza a la pobre joven calificándola de hortera y nueva rica.

El silencio se apodera de la mesa, la reunión familiar se ha estropeado, el feroz ataque de la tía hace gimotear a la pobre joven que con tanto esfuerzo y trabajo, había conseguido por fin el bolso de sus sueños. Pero pronto el padre de Miniblack reacciona: "¡Mutombo!", "sí mi señor", responde el mayordomo, con su impecable uniforme de algodón y unos guantes de seda blancos. "Trae la langosta que los entrantes ya nos los hemos comido, por cierto, los percebes estaban sosos". El mayordomo obedece y trae la langosta en una preciosa bandeja de plata, pero langosta azul, nada de esas cosas de pobres.

"Ramoncín estás muy callado, ¿qué te pasa?", Miniblack se arranca con esa gracia natural que tiene y esa manera tan sutil con la que modula: "Pues que a Jaime su padre le ha comprado un piso". "¿No me digas? Bueno, tú no te preocupes ya sabes que papá tiene muchos contactos. Somos de clase obrera y a pesar de que Merkel nos está hostigando con sus políticas de austeridad nos lo podemos permitir", responde su padre mientras saborea un vino tinto de Vega Sicilia.

"¡Que morro!". Exclama la hermana de Ramoncín mientras se cruza de brazos. La dura crítica a su bolso ha sido un golpe duro. "Tu tranquila hija, a ti te compro un caballo. Ya sabes que yo trato igual a todos y todas los miembros y miembras de la familia". Pero la idea no acaba de convencerle y replica: "Un caballo no, que eso es de pobres sureños. Yo quiero un poni". Su padre con tal de poner fin a la tensión producida no vacila: "Lo que tú quieras hija, eso sí, no podrás irte de Erasmus".

Y así es cómo se consigue con tan sólo 21 años comprarse un piso adjudicado a dedo, y venderlo por 30.000€ más en tan sólo unos meses. Todo ello bajo la opresión del IBEX 35, las élites financieras, el grupo Prisa y Franco reencarnado. Ya sabe, la próxima cita que tenga usted con la familia aproveche la ocasión, y entre percebe y percebe, pida lo típico de cualquier joven español de clase media y trabajadora.

Como dijo Miniblack: "Somos los hijos de los obreros que nunca pudisteis matar"