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El Real Madrid de Javier Imbroda: el Reencuentro

Se cumplen quince años de la peor temporada de la historia del Real Madrid de baloncesto.

Javier Imbroda el Juan Camús del baloncesto.

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Al finalizar la presente temporada se cumplirán quince años del desembarco de Javier Imbroda en el Real Madrid y creo que, siguiendo la estela de Operación Triunfo, es de recibo hacer el homenaje que merece el peor equipo y peor entrenador de la historia del mejor club de Europa: El Madrid de Javier Imbroda, El Reencuentro.

Ya vino mal. La historia empezó con peor pie que la de Óscar Pistorius, pues fue presentado ante los medios junto a Jorge Valdano, otro personaje rodeado de cobardía y fracasos. El Madrid venía de sucumbir ante el Barcelona de Pau Gasol y para ello Scariolo hizo un supuesto equipazo que también resultó rana un año antes.

La historia empezó con peor pie que la de Óscar Pistorius, pues fue presentado ante los medios junto a Jorge Valdano

Decidió entonces Florentino fichar, para variar, al entrenador de moda de la época. Javier Imbroda molaba. Hizo jugar bien al Unicaja y al Caja San Fernando: y en la selección, momento en el que no éramos nadie todavía, se puede decir que no lo hizo mal, con él en el banquillo empezamos a gozar con Pau, Navarro, Calderón o Raül López. Gritaba mucho desde la banda, sudaba, protestaba a los árbitros y desde casa nos parecía que era un tipo que tenía todo bajo control, que eran cosas muy apreciadas a comienzos del milenio.

Pero claro, eres el seleccionador nacional y te viene el Real Madrid y resulta que las normas ACB dictan que no puedes compaginar ambos cargos, y ya hubo que hacer un apaño para ir confeccionando la plantilla y que el señor Imbroda no empezara a entrenar al equipo en persona… ¡hasta finales de septiembre! El problema de hacer una plantilla por wifi es que te pasa como cuando generas tu equipo SuperManager una hora antes de que cierren la inscripción: que te coges lo primero que ves sin parar a analizar muy bien cuánto va a sumar el equipo. Por más que analizo la situación y echo la vista atrás no termino de ver quiénes se supone que iban a ser los jugadores franquicia del equipo, los que iban a tirar del carro.

El problema de hacer una plantilla por wifi es que te coges lo primero que ves sin parar a analizar muy bien cuánto va a sumar el equipo

Herreros, supongo, al que le quedaba poco baloncesto más allá del triple en Vitoria. Mumbrú, quizá, la mayor promesa del baloncesto anterior a la generación del 80, un tipo que luego ha demostrado ser muy bueno pero que no terminó de cuajar en la capital. Derrick Alston, Hawkins o Digbeu, tres descartes del Barcelona que levantó la Euroliga esa misma temporada. No sé. Hernández Sonseca, un tipo que nunca tuvo verdaderas ganas de jugar bien a esto. Alfonso Reyes o Lucio Angulo, dos grandes jugadores para equipos menores o para ser los once y doce del equipo, pero poco más. No sé, no sé. Solo había un crack mundial en el equipo: Carlos Delfino, que fue fichado por Scariolo poco antes de que lo echaran. Obviamente Imbroda deshizo ese fichaje en cuanto se bajó del tren en Atocha. Mientras tanto, Delfino lleva ocho temporadas en la NBA promediando 8 puntos en 22 minutos.

La plantilla era una mierda, vamos a decirlo todo. El peor roster de la historia del Madrid. Pero Javier, hijo mío, permíteme que me dirija a ti personalmente, salvo que alguna vez tengas la valentía de decir qué cojones pasó ese verano para que el Madrid acabara con semejante aglomeración de poco talento, tenemos que señalarte a ti. Porque las cosas se piensan antes de hacerlas: el Madrid es tan grande que no se puede compaginar con nada, y eso lo sabías de sobra antes de firmar, y si no lo sabías es que eres un inútil o tu entorno te tenía engañado. O eres un jeta, que también puede ser. Tenías que haber tenido la valentía de rechazar una de las dos cosas. Tuviste mala suerte, es verdad, en tu pleno apogeo te coincidieron en el tiempo las dos mejores ofertas que puede tener un entrenador: la Selección y el Real Madrid. Y tiraste por el camino del medio. Y así te fue.

Javier Imbroda el Juan Camus del baloncesto

Si te prometieron a Sabonis y a Bodiroga y luego te plantaron a Sonseca y a Digbeu podías haber vuelto a tener valentía y mandar a Florentino a tomar vientos, pero volviste a coger el camino que te llevó a donde estás ahora: casi quince años en el ostracismo. Javier Imbroda el Juan Camus del baloncesto.

Eliminados en el primer partido de la Copa del Rey, eliminados en primera fase de Euroliga con un balance de seis partidos ganados en catorce disputados y, para rematar, con el bochorno nacional de no clasificarse para los PlayOff de la ACB tras perder contra el Lleida en la última jornada. Dimitir siguió siendo más un pivot ruso que un hábito, y Javier Imbroda echó balones fuera, y así lleva catorce años. A tu lado no me siento seguro. A tu lado yo dudo.

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