Duras acusaciones de montaje contra Kiko y Laura Matamoros

Las instantáneas de la reconciliación entre Kiko Matamoros y su hija, Laura, ya han visto la luz. En tan poco tiempo, Kiko y Laura quedaron a tomar algo –el pasado sábado- y horas después ya era de dominio público que el marido de Makoke y su hija habían enterrado el hacha de guerra.

De ahí, precisamente, vienen las duras acusaciones de que todo esto es un montaje. De que el acercamiento entre Laura y el compañero de Kiko Hernández y Mila Ximénez no es tan feliz y tan verídico como se intenta vender y que se trata más de una maniobra para conseguir un grueso y jugoso cheque.

O, incluso, que se producjo hace tiempo y se vende ahora.

Detractores

A ello se añade que, así, de repente y de forma tan pública, Laura y Kiko han conseguido olvidar un intenso cruce de acusaciones, de desplantes y, sobre todo, un alejamiento de años.

Laura tiene todo el derecho a reconciliarse con su padre, pero es su propia familia la que, parece, que le está echando en cara también que perdone así de rápido, y de fácil, los feos que Kiko supuestamente les hizo durante su infancia, que le dedicó a su madre, Marian Flores y, sobre todo, el público corte de manga del patriarca Matamoros no invitándoles a su boda con Makoke. Y de eso hace dos meses escasos.

O de que Diego Matamoros, el otro habitual en las hojas del papel couché, no estuviera en la cita o no se prevea que también recupere a su padre. Quizás esa otra reconciliación la dejan para la próxima semana.

Pero, más allá de todo ello. Kiko y Laura se declaran felices y emocionados de haber dado este paso. Que emotivo es, las cosas como son. Una ocasión para celebrar y para, además, conocer al nuevo novio de Laura, Benji Aparicio. Un chico con el que lleva cinco meses y que, además, es el propietario del restaurante donde quedaron Kiko y Laura para hablar.