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Un edulcorado Toño pierde los papeles con un "vete a la mierda Belén"

La entrevista que Toño ha concedido, en exclusiva, a Ana Rosa Quintana ha sido un tanto descafeinada. Aún así, al que tachan, incluso, de ridículo, ha tenido más que decir.

Toño ha dejado un sabor agridulce

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Era una de las citas más esperadas. De esas que Telecinco ha anunciado a bombo y platillo con la intención de que medio mundo del colorín estuviera pendiente de lo qué tenía que decir Toño Sanchís sobre su desencuentro eterno con Belén Esteban

Por si el íntimo de Olvido Hormigos tenía algo más que añadir al eterno cruce de acusaciones que él y Belén Esteban llevan dedicándose un año.

Pero, al final, tiene pinta de que lo mejor se ha podido quedar en el tintero, ya que, de tan esperada, de ser la primera vez que Sanchís accede a sentarse en un plató para dar su versión de la historia, nos hemos quedado con un edulcorado sabor en la boca.

Ni amargo, ni ácido... Descafeinado. Quizás Toño sólo pretendía cumplir con una de las cláusulas que Telecinco le ha impuesto para acceder a su paso por Gran Hermano VIP, a sus extremas condiciones y a su deseo de lograr audiencia. Pero se ha notado que poco, o nada, había ido a demostrar a Ana Rosa, por un lado, y al resto de espectadores, por otro.

Por lo menos, eso sí, la cadena amiga ha conseguido que todos estuviéramos atentos a lo que tenía que decir Toño. Y, sobre todo, si podía demostrar algo de su verdad. De su versión de la historia.

Lo que está claro es que lo que sí ha logrado Telecinco es alimentar Sálvame y un Deluxe que espera lograr las cotas de audiencia de antaño.

A medias

Un año después de ser acusado por Belén Esteban de, presuntamente, robarle un millón de euros, Toño no quería ni mencionar el nombre de la madre de Andrea Janeiro. Eso sí, ha recurrido al fácil gesto de dar pena y alimentar ese sentimiento de empatía que sentimos por los que sufren, por los que han sido traicionados por los amigos y la persona que sentía como hermana.

Pero quedaba la parte más difícil: demostrar su inocencia. O intentado porque, de boquilla, Toño ha defendido que todo lo que se cuenta de él es falso pero no ha aportado -no ha podido o no ha querido-, ni una sola prueba a pesar de que ha dicho tener "pruebas contundentes para defenderme. Voy a ganar el juicio a Belén Esteban".

El problema se ha planteado cuando Sanchís ha intentado defenderse atacando a Belén Esteban con sus problemas de drogadicción. Y, además, ha pretendido meter en el mismo saco a viejos amores del pasado de la Esteban.

Un Sanchís que ha acabado perdiendo los papeles, que ha mandado callar en numerosas ocasiones a Ana Rosa Quintana y que se ha puesto evidentemente nervioso, entre gritos, al ver que la entrevista se salía, quizás, de un guión pactado.

Todo queda retratado en su colofón cuando ha mandado, directamente y sin paños calientes, a la mierda a Belén.