Carbonero precisa atención urgente tras ver el vídeo viral de la novia de Jesé
La reportera dicharachera de Telecinco desplazada en Oporto ha tomado una inesperada decisión que puede amargarle la existencia a sus numerosos detractores. Con lo que nos gusta criticar...
Durante años y años se ha criticado sin cesar todo lo que hace y dice Sara Carbonero. Casi desde que se dio a conocer, pero especialmente desde que se convirtió en la señora de Casillas y ya ni hablar de lo que sucedió cuando acudió a Sudáfrica a cubrir el Mundial que ganó su chico, con el consiguiente beso de marras que supuso un antes y un después.
Pero si hay algo que se le ha criticado a Sara es que ejerciera la noble profesión de periodista... sin haber terminado la carrera. Puesto que a los periodistas se les va a masacrar por el mero hecho de serlo (nosotros matamos a Lady Di, recuerden) lo suyo es que ¡por lo menos lo sean! Dicen los puristas, como si a Carbonero se le hubiera criticado menos por terminar la licenciatura.
El caso es que ahora la reportera dicharachera en excedencia en Oporto tiene intención de cerrar la boca a más de uno porque ha recuperado los estudios 12 años después de dejarlos aparcados cuando comenzó a trabajar en La Sexta y luego una cosa llevó a la otra. De momento, parece que no lo tendrá fácil porque los virus se han conchabado en su contra instalándose en su casa y, tal como ha reconocido ella misma, su memoria ya no es la que era...
Total, si te van a criticar igual Sara. Mira Pilar Rubio, ni se planteó estudiar periodismo y ahí está, petándolo en El Hormiguero, que es el programa baterécords de la temporada y que ha hecho morder el polvo hasta a Telecinco, que ya no sabe qué hacer... Cómo será que hasta ha logrado rescatar la carrera de Rubio, que cuando llegó a manos de Pablo Motos estaba ahí ahí al borde del abismo, y ahora se le acumulan los proyectos profesionales. Ya lo dice el refranero español, quien a buen árbol se arrima...
No sólo ha superado el millón de followers en Instagram, sino que las marcas se pelean por llamar a su puerta y Antena 3 ya le ha dado su primer regalo: presentar Ninja Warriors junto a Arturo Valls. Normal, ya se atreve hasta con Beyoncé en bañador...
Eso sí, que no se ande con el bolo colgando, que dicen en mi pueblo, porque le ha salido una dura rival a la que los medios ya han bautizado como la nueva Pilar Rubio. Y no es ninguna aspirante, es una Wag en toda regla. Se trata de Patricia Ruiz, la flamante esposa del portero del Atlético de Madrid Miguel Ángel Moyá. Además del gran parecido físico, las dos son modelos y se dedican al showbussiness, de momento Pilar más centrada en la tele y Patricia en el teatro donde ha trabajado en musicales como Don Juan, Marta tiene un marcapasos o Blancanieves Boulevard... No le pierdan la pista ahora que Moyá vuelve a ser titular y, por tanto, Patricia es la primera dama de la portería colchonera.
Pero es que la competencia de Wags se avecina aún más dura después de cerrarse el mercado de invierno con el “advenimiento” (prácticamente literal) de Jesé a Las Palmas. El exmerengue regresó a su tierra procedente del PSG francés como si fuera el Mesías. Sólo había que ver el recibimiento que le dieron sus paisanos para verlo... que ni Justin Bieber repartiendo besos en casa de Belén Esteban podría haber provocado tantos suspiros.
Y con el regreso de Jesé a la Liga... ¡vuelve Aurah Ruiz al universo cuoredeportivo! Después de intensos rumores de crisis entre los tortolitos la vuelta del futbolista a España parece haber calmado las aguas del amor. No podemos por menos que alegrarnos teniendo en cuenta los ríos de tinta digital que pueden darnos estos dos. Sólo hay que ver el vídeo que colgó en Instagram Aurah con sus amigas celebrando la cesión de Jesé a Las Palmas. Tres lozanas muchachas con atuendo de tronistas de Mujeres y hombres y viceversa, escotazos no aptos para cardíacos y una gran personalidad dando saltitos al unísono, botellas de champán en mano... Se ha hecho viral... Lógicamente.
¡Ay Sara, cómo ha cambiado el universo Wag desde que hiciste las maletas! Cuando vuelvas, no lo reconoces...