La dirección del PSOE en Madrid pagará su factura a Sánchez y a Susana

Si hay un lugar donde la guerra entre Pedro Sánchez y Susana Díaz se va a mantener, ése es Madrid, que deberá elegir a su nuevo secretario general en las próximas semanas, con una peculiaridad: es tal vez la única federación del PSOE dirigida por personas que suscitan casi el mismo recelo tanto en un bando como en otro.

Dos alcaldes, en Getafe y Alcalá, dirigen el PSOE madrileño con el mismo rechazo del sanchismo que del susanismo

Al menos dos alcaldes de ciudades tan importantes como Getafe y Alcalá de Henares, aparecen señalados por el sanchismo y el susanismo a la vez y tienen casi imposible seguir como secretario general, en el caso de Sara Hernández, y de vicesecretario general, en el de Javier Rodríguez Palacios, el célebre primer edil del dantesco streptease en dependencias municipales.

Doble traición a Sánchez y a Díaz

Ambos eran sanchistas hasta la médula, pero cambiaron de chaqueta antes de las Primarias para ponerse la de Patxi López creyendo que su viejo líder era ya material de derribo, lo que ha dejado una herida incurable con su familia original, a sumar a la que ellos mismos provocaron con el otro bando, el de Susana Díaz, que tampoco contaba con ellos para el futuro.

A lo anímico se le añade, además, lo numérico, traducido en el bajo apoyo que tienen de la militancia: los dos dirigentes perdieron con estrépito en sus propias Agrupaciones locales, en las que la lista de Patxi fue la menos votada, y de nuevo repitieron respaldo en el llamado Congresillo, el cónclave en el que cada autonomía elige a sus representantes para el Congreso Federal de junio en el que Sánchez confirmará su renacido liderazgo, incontestable pero no definitivo: Díaz y los suyos han perdido la batalla, pero no creen que la guerra haya terminado.

El líder con dos de sus 'traidores': Sánchez, hace un año, con los alcaldes de Alcalá y de Getafe, dos dirigentes con poco respaldo que abandonaron a Pedro y ahora suenan ya a pasado

Con un ínfimo respaldo de sus militantes, el horizonte de Hernández y Palacios es tan negro en lo orgánico como lo hubiera sido en lo institucional de haber ganado Susana: difícilmente repetirían como candidatos a la alcaldía en 2019, especialmente en el caso de Rodríguez Palacios, quien a sus traiciones internas añade un escaso respaldo en su ciudada, donde gobierna en manos de Podemos y con sólo siete concejales propios, elnúmero más bajo logrado nunca por el PSOE complutense desde la proclamación de la Constitución.

Carmona plantará cara

Ese antagonismo entre el papel que ostentan los dos alcaldes y su representatividad real simboliza un problema mayor, no obstante: el de la aguda quiebra existente en el PSOE madrileño, que dista mucho de haberse resuelto tras la victoria de Sánchez en las Primarias. Al contrario, el feroz pulso se sostiene y, aunque ahora el susanismo esté deprimido, plantará cara en el Congreso Regional que se celebrará justo antes o justo después del verano.

Susana mantendrá el pulso en Madrid, con un candidato de consenso entre los detractores de Sánchez que podría ser Carmona

Todos son conscientes de que el duelo entre Pedro y Susana encontrará en Madrid uno de los mayores focos de atención y que, de vencer los ahora perdedores, Díaz añadirá a sus fuerzas -que controlan el Congreso y el Senado además de Andalucía- una pieza indispensable para mantener la tensión y aguardar a una nueva oportunidad de medirse con Sánchez, verdadero objetivo de los perdedores en las Primarias.

Y es ahí donde uno de los nombres más detestados por Pedro Sánchez, el de Antonio Miguel Carmona, vuelve a surgir: quienes le daban definitivamente por muerto tras la derrota de Susana, se han queivocado. Su empeño, si cabe mayor que hace unas semanas, sigue siendo pelear por la secretaría general autonómica, sin que sepa quiénes serán sus rivales.

¿Y el elegido por Pedro?

Porque Sánchez no tiene un líder claro en Madrid, toda vez que el invento de Hernández y Palacios le salió rana, aunque las mismas fuentes no descartan que al menos la primera siga, toda vez que ha intentado volver al redil pese a estar alineada con Patxi hasta el mismo día de la votación.

Susana no tira la toalla

Según reconocen fuentes socialistas, el fracaso de Díaz ha complicado la hoja de ruta prevista, pero a la vez ha facilitado el consenso entre todos los detractores del sanchismo, muy divididos hasta ahora y con varios nombres en la quiniela de aspirantes a comandar el partido en Madrid: desde el diputado Juan Segovia hasta el alcalde mostoleño, David Lucas, o la exportavoz de Tomás Gómez, Maru Menéndez; aparecían en una terna de aspirantes que, en nombre del susanismo todos, incluía también a Carmona o a la mismísima Elena Valenciano.

Ahora parece que el nombre de Carmona coge fuerza para ser el elegido de todas las fuerzas contrarias a Sánchez, algo que de haber ganado Susana las Primarias no hubiera sido tan sencillo. Y eso, como mínimo, confirma que en Madrid habrá batalla, con alcaldes caídos y dos generales mirando el campo desde sus cuarteles generales, consicentes tanto Pedro cuanto Susana de que el control de Madrid siempre fue y siempre será una pieza clave en el cada vez vez más complejo puzzle socialista español.