Patxi y el apocalipsis zombi
Patxi vuelve a pactar con Pedro para seguir en su Ejecutiva y añadir otro sillón a la larga colección de ellos acumulados tras años de dedicación absoluta a la nada.
La foto es de 2014, pero podría ser de hoy. O de 1989. O de 2028. En cualquiera de esas fechas saldría Patxi López haciendo lo mismo: estrechando la mano de su penúltimo pacto, envuelto en ese tipo de sonrisas que dicen "lo he vuelto a lograr".
Cuando el PP era bueno
Ahora se ha arrimado a Pedro Sánchez, como antes lo hizo con Rubalcaba o mañana lo hará con el mismísimo Risto Mejide si al PSOE le da por poner al frente a otro guaperas pero más malote: incluso existen pruebas documentales que certifican otro instante para la posteridad en el que la misma risa y la misma mano se entrecruzan con las de Antonio Basagoiti, aquel tipo peculiar del PP vasco que le hizo lehendakari a cambio de un cordón sanitario posterior.
Si hubiera un apocalipsis zombi, Patxi aparecería al día siguiente estrechando el muñón de un muerto viviente
Que una cosa es que los peperos le hagan presidente a uno, en Ajuria Enea o en el Congreso, y otra que no sean apestosos y apestados.
El vasco sabe más de sillones que el responsable de la sección correspondiente en Ikea, y de su legendaria capacidad de adaptación al entorno da cuenta su endémico paso por infinitas instituciones y cargos y la inexistencia, paralela, de alguna huella visible en alguna de esas funciones.
Socialismo vasco
En Patxi, el hombre que susurraba a los caballos y dormía a las gallinas, se retrata una poblada generación de políticos que han hecho de tan noble ocupación un fin personal y no un medio colectivo, un estar a toda costa antes que un hacer alguna cosa.
Siendo el PSOE vasco cuna de políticos y sindicalistas inscritos en la estantería superior de la memoria socialista, que ahora destaquen sobre todos Patxi López, Odón Elorza o Idoia López Mendía contradice las teorías de Darwin y sugiere que la involución también es parte inseparable del curriculo de la raza humana.
Superviviente
Pero si hubiera un apocalipsis zombi, como temen algunos ilustres senadores en sus míticas preguntas parlamentarias, que nadie dude de que el señor López sobreviviría.
Y aparecería en una foto similar a ésta estrechando el muñón del muerto viviente y pensando que, como poco, tiene garantizada otra legislatura.