Paula Echevarría da un golpe en la mesa y ataja los rumores sobre su infidelidad

Paula Echevarría está cansada de ser el saco de boxeo, la mala de la película, la causante de los problemas de su matrimonio con David Bustamante. Se escriben fábulas muy a su pesar. La última, la que le relaciona con Nicolás Toth, empresario venezolano, con quien solo comparte una buena amistad. Como en el bolero, lo suyo es imposible. Paula y Nico tienen complicidad y disfrutan pero no hay amor sentimental entre ellos. Toth comparte éxitos profesionales con Rafa Ríos, al frente de MrRíos&MrToth, una de las agencias de comunicación y eventos más importantes del país.

Quizás por eso Paula empieza a encontrarse fuera de onda. Es cierto que se ha equivocado en alguna ocasión, quizás promovida por una perfección que no siempre juega a su favor. Pero ha dicho basta. Las informaciones de mi colega Marisa Martín Blázquez le han provocado un enfado mayúsculo. Ya no calla. No está dispuesta a llevar colgando un cartel anunciador de infidelidad y deslealtad. Paula sigue casada con Bustamante y, de momento, no hay separación oficial: "Es totalmente falso que esté ilusionada", me responde a través de un breve mensaje de texto.

Paula no tiene tiempo para el amor. O tal parece. La premura con la que se ha afanado a desmentir este aspecto me hace concluir que la rumorología no es, en este caso, nada certera. Quizás se hayan aventurado a cincelar un romance clandestino que si bien podría parecerlo, no lo es. Lo que está claro es que Paula y David siguen con sus vidas separadas. Solo han aunado fuerzas e intereses en la comunión de su hija Daniella. Todo un acontecimiento social en el que la asturiana y el cántabro demostraron ser generosos, atentos y muy educados con la prensa. No pudieron hacerlo mejor. Enhorabuena.