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Colonias, el falso espejo del secesionismo

El independentismo se siente colonizado por una metrópoli, una condición que niega la ONU para casos como Cataluña y sí reconoce, aún hoy en día, a 17 países del mundo. Son éstos.

Una protesta saharaui con el lema #EspañaNoDescoloniza, celebrada en noviembre de 2016 frente al Congreso. En ella, con apenas diez personas, participó el diputado del PSOE Odón Elorza, exalcalde de San Sebastián

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Aunque los movimientos secesionistas suelen apelar a una inexistente tiranía de las metrópolis hacia sus territorios, autoproclamados colonias con victimismo; el verdadero colonialismo es un fenómeno bien distinto, casi residual en mundo que ha cambiado mucho desde hace 70 años: casi todas las colonias han desaparecido, pero aún quedan 17 ejemplos llamativos en el planeta.

La ONU permite varias fórmulas, con una exigencia previa: que sean países 'conquistados' antes por una metrópoli

Al final de la Segunda Guerra Mundial, casi un tercio de la población mundial vivía en territorios que dependían de potencias coloniales. El proceso de descolonización iniciado entonces sigue incompleto, pues alrededor de dos millones de personas siguen viviendo bajo dominio colonial en los diecisiete territorios no autónomos que reconoce la Organización de las Naciones Unidas en la actualidad.

El espejo falso de Cataluña

El primer gran logro de la ONU, desde su creación, fue facilitar la autonomía de los territorios coloniales controlados por las antiguas potencias europeas. En 1960, la Asamblea General aprobó la concesión de independencia a los países y pueblos coloniales, una declaración que reconocía el derecho de libre determinación de todos los pueblos.Un argumento esgrimido por los independentistas que, en realidad, es contra ellos: Naciones Unidas es tajante con respecto a quién puede acogerse a ese estatus, excluyendo de manera expresa a comunidades autónomas de u mismo país, caso de Cataluña.

Como resultado de este procedimiento, muchos países consiguieron la independencia y pasaron a formar parte de las Naciones Unidas, pero hay territorios en los que el proceso fracasó y otros que han elegido no modificar su estatus.

Hawai es un caso especial: fue segregado de Japón al perder el Imperio nipón la II Guerra Mundial

Los hay, también, que pactaron fórmulas con los países coloniales, como en el caso de muchos territorios británicos de ultramar, que disponen de parlamento propio y disfrutan de un régimen fiscal especial, pero cuyo gobernador es elegido por Isabel II. Y algunos otros territorios, como el Sáhara Occidental, que consiguieron la independencia de un país a cambio del sometimiento a otro.

En total, diecisiete países siguen bajo régimen colonial: Sáhara Occidental, Anguila, Bermuda, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Islas Malvinas, Montserrat, Santa Elena, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes de Estados Unidos, Gibraltar, Samoa Americana, Polinesia Francesa, Guam, Nueva Caledonia, Islas Pitcairn y Tokelau.

Naciones Unidas da tres opciones a los territorios no autónomos -la libre asociación, la independencia y la integración con otro estado- y también contempla fórmulas intermedias como el régimen de administración fiduciaria, creado especialmente para la vigilancia de los territorios segregados de países derrotados en la Segunda Guerra Mundial como Hawai, anteriormente bajo dominio japonés.

EL LARGO CAMINO HACIA LA AUTONOMÍA DEL SÁHARA OCCIDENTAL

Uno de los procesos de descolonización más espinosos ha sido el del Sáhara Occidental, territorio ocupado por España desde 1884. En 1967, España atendió las peticiones de Naciones Unidas y accedió a organizar un referéndum para determinar la autonomía del Sáhara, pero en 1975, unos 350.000 marroquíes cruzaron la frontera del Sáhara Occidental para reclamar el territorio, a lo que el régimen español respondió cediendo su administración.

Ante esta situación, el Frente Polisario -partido saharaui en el exilio-, declaró la República Árabe Saharaui Democrática e impulsó acciones militares contra los nuevos ocupantes.

El Frente Polisario y Marruecos mantuvieron un conflicto armado hasta 1991, cuando firmaron un acuerdo de Paz que incluía la celebración de un referéndum en 1992. A día de hoy, el referéndum sigue sin celebrarse y Amnistía Internacional denuncia "restricciones arbitrarias impuestas a manifestantes y activistas pacíficos partidarios de la autodeterminación del Sáhara Occidental".

La independencia no se da en ningún país del mundo, tampoco el referéndum secesionista

UN CONFLICTO POR RESOLVER EN LAS ISLAS MALVINAS

Las Islas Malvinas o Falkland conforman, desde 1946, un territorio no autónomo administrado por Reino Unido. Se trata de un conjunto insular formado por dos islas de considerable tamaño, conocidas como isla Soledad e isla Gran Malvina, y cientos de islas más pequeñas en el Atlántico sur, junto a la Patagonia argentina.

A 35 años de la guerra de las Malvinas, un conflicto bélico que enfrentó a Argentina y Gran Bretaña por el control de estas islas, los dos países mantienen sus respectivas posiciones en cuanto a los múltiples aspectos constitucionales, militares y económicos que forman parte del debate por la soberanía del territorio.

POLINESIA FRANCESA, LA DECIMOSÉPTIMA COLONIA

La Polinesia Francesa es una colectividad francesa de ultramar situada al sur del océano Pacífico. Fue considera un territorio no autónomo por la ONU entre 1946 y 1947, cuando a los polinesios se les concedió la ciudadanía francesa, pero salió de la lista después de que Francia concediera cierta autonomía a los habitantes de las islas.

En mayo de 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la reincorporación de la Polinesia Francesa a la lista de países por descolonizar de las Naciones Unidas y pidió al Gobierno de Francia que facilitara el rápido progreso hacia un proceso de libre determinación.

Fuera de este listado, no hay nadie. Ni lo habrá. La autodeterminación no existe en ninguna Constitución de ningún país del mundo, salvo en Nigeria y una pequeña isla caribeña, como tampoco el referéndum secesionista. Incluso es casi imposible encontrar ejemplos de "plurinacionalidad" en alguna Carta Magna del mundo: sólo pueden encontrarse ejemplos en el pasado, y con unas consecuencias terribles. La antigua URSS, el imperio austrohúngaro o Yugoslavia aplicaron esa teoría ahora esgrimida por Pedro Sánchez, con unos efectos devastadores para la convivencia.