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C´s y el cachondeo del contribuyente

No se pueden bajar impuestos y aumentar el gasto en miles de millones. Eso sostiene el autor, que tilda de electoralista la exigencia de C's al PPy de "cacería" la fiscalidad española.

Albert Rivera, en la sede de C´s el pasado mes de mayo

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No hace tanto tiempo que la política tributaria era tomada en serio. Una época en la que los partidos lanzaban propuestas profundas y en la que hasta se planteaban memorias económicas consistentes explicando a los votantes las razones de cada propuesta de reforma fiscal.

La relajación de los ideales de los que alardeaba el PP ha devaluado aquella competencia por reducir la carga fiscal

Una época, no tan lejana, en la que la presión del discurso, las ideas y los logros provocó que, a cada propuesta del PP de bajar impuestos, le siguiese una frase del PSOE: “Bajaremos el IRPF, porque bajar impuestos es de izquierdas”. Sí. Fue real… La frase, de hecho, fue del propio Zapatero.

Bajadas...y subidas

Pero hoy las cosas han cambiado. La paulatina relajación de los viejos ideales de centro derecha de los que alardeaba el PP ha devaluado aquella competencia por reducir la carga fiscal. Si se bajan algunos impuestos, sólo es a medias y tras subir otros tributos para compensar.

El PSOE únicamente habla de subirlos una y otra vez. Y el ambiente general es el de una auténtica cacería fiscal contra todo aquel que ose ganar más que la media, generar una empresa mayor que la media o ahorrar más que la media.

Pero, posiblemente, la sensación más lamentable de los últimos tiempos en este abandono constante de la defensa real de las contribuyentes, la ha protagonizado Ciudadanos. Y lo ha hecho, precisamente con su petición de rebajar el IRPF en 2018. ¿Cómo se puede decir eso cuando acaba de presentar el partido de Rivera la exigencia de adelantar un recorte del Impuesto de la Renta?, se preguntarán muchos.

Inflar el gasto

Pues precisamente por eso: porque, a diferencia del PSOE, algunos de los integrantes del área fiscal de Ciudadanos sí tienen el conocimiento tributario más que suficiente como para saber que su propuesta es posible, claro que lo es, pero nunca si previamente, como ha hecho Ciudadanos, se infla el gasto presupuestario en 4.100 millones aprovechando la lamentable subasta política que se ha forzado para aprobar los Presupuestos del Estado.


"Las CC.AA provocan un despilfarro anual de 9.155 millones. Y una Seguridad Social que cerró el último ejercicio con un déficit de 20.283 millones"


España cuenta con una deuda pública cercana al 100%, con un déficit que sigue rebasando las exigencias europeas del 3% -del 4,54% al cierre de 2016, si se suman las ayudas financieras-, con una Administración central que dejó el año pasado un agujero de 29.308 millones, y con seis CCAA que siguen incumpliendo las exigencias de control del gasto, pese a estar en niveles de crecimiento del PIB nacional de más del 3%.

El ambiente es de cacería fiscal contra todo aquel que ose ganar más que la media o generar una empresa mayor que la media

Despilfarro

Seis autonomías que, junto con el resto, provocan un despilfarro anual de 9.155 millones. Y una Seguridad Social que, pese a crearse en estos momentos 7.000 empleos por día, cerró el último ejercicio con un déficit de 20.283 millones si no tenemos en cuenta otras partidas que consolidan en su balance y se financian con impuestos.

Es decir, que la tensión del gasto es tan brutal que es prácticamente imposible encontrar hueco para hacer una rebaja de impuestos.

Y, en medio de todo ello, es donde Ciudadanos decidió, hace escasos meses, condicionar su apoyo a los presupuestos del PP a un incremento del gasto en 4.100 millones de euros.

Electoralismo

Fue el propio Albert Rivera quien detalló, en una rueda de prensa celebrada en el Congreso, el destino de ese dinero. Y allí no faltó el detalle del complemento salarial para menores de 30 años, la ampliación del permiso de paternidad, el refuerzo de ayudas a la dependencia, el cheque formación, o el aumento de ayudas a I+D+i.

Es posible que algunas de esas partidas tengan sentido. Pero lo que es evidente es que con unas cuentas que recogían ya un incremento del gasto social hasta el 64% del total -frente al 60% de 2011-, si de veras se quería dejar margen para bajar impuestos, era contraproducente pedir esfuerzos de gasto adicionales en medidas que, como el complemento salarial, no lograrán incrementar las primeras rentas de los trabajadores (los empresarios no dudarán en bajar las ofertas de sueldo para complementarlas con esa ayuda pública) y sólo servirán para tensar el déficit e impedir, por lo tanto, tener margen para bajar el IRPF.

Apretar al PP

¿Lo ha pensado Ciudadanos? Claro que sí. Pero lo importante era usar la política fiscal para poner en un aprieto al PP.

En resumen: muchas gracias por usar la política tributaria exclusivamente para sus fines electorales. El PP dejando la promesa de rebaja para 2019, con el objetivo de usarlo como reclamo electoral. Y C’s, adelantándolo para pillar a contrapié al PP, aunque previamente ellos y PNV hayan dejado sin margen presupuestario a nuestra economía para poder abordar una rebaja tributaria.